No Transar
La crisis en Siria parece entrar en una fase definitoria. El imperialismo norteamericano y sus socios preparan aceleradamente una agresión militar que, como antes en Irak y Afganistán, se asientan en pretextos mentirosos que encubren sus intenciones imperialistas, belicistas y hegemonistas. Han fracasado en los últimos dos años en sus esfuerzos por asaltar el poder mediante una guerra civil alimentada desde afuera y ahora acusan con pruebas tan falsas como sus discursos, al gobierno sirio, de usar armas químicas en la lucha contra la insurgencia que ellos mismos financian.
EE.UU. nuevamente pone en funcionamiento la maquinaria militar más poderosa del mundo al servicio de sus intereses económicos y de dominación mundial. Violando el principio de autodeterminación de los pueblos, el imperialismo yanqui se prepara para una nueva agresión militar en la que la sangre y los muertos los pondrá no solo el pueblo sirio sino también otros pueblos de la región.
La importancia de Siria es enorme desde una visión geoestratégica al ser punto de intersección de dos rutas petroleras fundamentales hacia Occidente: una que pasa por Qatar y Arabia Saudita vía Jordania y Siria y por el Mediterráneo hasta Europa, y otra que va de Irán pasando por el sur iraquí y Siria hasta llegar también al Mediterráneo hacia Europa. Por otro lado Siria posee las mayores reservas de gas natural de la zona y además tiene acuerdos firmados para actuar como receptor de la producción de gas de Irán con destino a Europa.
De esta manera quien controle este país controla la llave de gran parte del flujo de petróleo y gas hacia Europa, lo que coloca a Siria en un lugar central de la disputa entre las diferentes potencias imperialistas, especialmente entre las occidentales y Rusia.
La entente que conforman los EE.UU., Gran Bretaña, Alemania, las monarquías árabes de Arabia Saudita y Qatar, a la que ahora se suma la Francia ‘socialdemócrata’, como ya lo hiciera en 1999 en Kosovo, muestra su desprecio a todas las leyes internacionales que rigen las relaciones entre los países.
Es cierto que la crisis económica en Siria, agudizada por las presiones imperialistas y por la política de reformas neoliberales seguida por el gobierno de Bashar Al Asad, que aplicó muchas veces una violenta represión contra la protesta popular, generaron descontento en vastos sectores de la población. Pero como ocurriera en otras oportunidades, aprovechando cínicamente el descontento de las masas, el imperialismo logró deshacerse de gobiernos “poco confiables” o que le ofrecían algunas trabas al desarrollo de sus intereses en la región. Así ocurrió con Libia entre otros y ahora le tocó el turno a Siria. ¿Seguirá Irán?…
A pesar de tratarse de un gobierno burgués que defiende ‘su’ mercado capitalista, Siria ha brindado su solidaridad a luchas antiimperialistas en la región durante años, apoyando a diferentes sectores de la resistencia palestina contra el estado de Israel, de la resistencia iraquí contra la invasión norteamericana, y ha constituido de hecho uno de los principales frenos a los intereses expansionistas de Israel y un apoyo a la independencia nacional de Irán.
Por todo, nuestro partido rechaza la agresión militar que preparan los EE.UU. y sus socios y convoca a movilizarse al pueblo argentino y sus organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles y sociales en repudio de esta cruzada imperialista y en solidaridad con los trabajadores y el pueblo sirio y en defensa de la independencia nacional de la República Árabe de Siria.
¡Solidaridad con los trabajadores y el pueblo sirio!
¡Contra la intervención y agresión militar de EEUU y sus socios en la República Árabe Siria!
¡Por la autodeterminación del pueblo sirio! ¡Cuanto más profunda sea la lucha antimperialista, mejores condiciones para la revolución!
¡Unidad de los revolucionarios por la liberación, la revolución y el socialismo!