Tel Aviv, septiembre 26 de 2013. – A Netanyahu no le quedó otra salida que decir que el discurso de Irán en la ONU estuvo lleno de hipocresía.

En una esperada intervención ante la Asamblea General de la ONU -su debut en la escena internacional-, Rohani, asumido el mes pasado y considerado un moderado, plasmó recientes gestos de acercamiento a Occidente al ofrecer a Estados Unidos y sus aliados negociaciones por el polémico programa nuclear iraní.
 

Además, prácticamente evitó cualquier crítica expresa contra Israel, al que apenas dedicó un velado cuestionamiento, sin nombrarlo, por la ocupación de Palestina, diferenciándose de modo drástico de su predecesor Mahmud Ahmadinejad, que llamaba abiertamente a la destrucción de Israel.

Rohani dio incluso un paso más y, en una entrevista con la cadena CNN difundida anoche, dijo que el «crimen cometido por los nazis contra los judíos es reprobable y condenable».

Ahmadinejad, en cambio, una vez dijo que el Holocasuto era un «mito» y más tarde matizó que se necesitaba mayor investigación para determinar si realmente ocurrió.

Incluso antes de que hablara Rohani, Netanyahu advirtió ayer desde Israel que el mundo no debe «engañarse» con los gestos de Rohani y debe mantener la presión sobre Irán por su programa nuclear, en palabras destinadas a hacer de contrapeso al creciente entusiasmo en Occidente por las señales del nuevo líder iraní.

El premier israelí volvió hoy a la carga y, además de calificar de cínico a Rohani, reiteró acusaciones de que Irán emplea «el terrorismo en decenas de países en todo el mundo» y quiere fabricar bombas atómicas, pese a que Teherán insiste en que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles.

Rohani afirmó ayer en la ONU que las armas de destrucción masiva «no tienen lugar en la doctrina de seguridad y defensa» de su país y ofreció un «diálogo constructivo» con Estados Unidos.

Por instrucción de Netanyahu, que hablará ante la Asamblea de la ONU el martes próximo, la delegación israelí en Naciones Unidas abandonó ayer el recinto cuando Rohani inició su discurso.

Hoy, el ministro de Finanzas de Francia, Yair Lapid, dijo en un mensaje de texto enviado a periodistas que la orden de Netanyahu fue un «error» porque dio la impresión de que Israel no está interesado en alentar una solución pacífica al diferendo por el programa nuclear iraní, informó la cadena de noticias BBC.

Preocupación

También hoy, en otra señal del esceptisismo de Israel, el ministro de Defensa Civil israelí, Guilad Erdan, se mostró «más que preocupado» por el efecto en el mundo del tono conciliatorio expresado por Rohani al condenar el Holocausto y en relación con el programa nuclear de su país.

«Estoy más que preocupado, estoy muy inquieto (…) El lenguaje de Rohani está teniendo su efecto», dijo Erdan, según el diario digital The Times of Israel.

Rohani habló ayer horas después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, diera su propio discurso en la ONU, en el que se manifestó a favor de explorar una vía diplomática para resolver la cuestión nuclear iraní.

Obama dijo que necesita pruebas de la buena fe de Irán antes de que Estados Unidos cambie su política coercitiva hacia Teherán, en alusión a las duras sanciones que Washington le impuso por su programa atómico.

Mientras que Ahmadinejad desestimaba el efecto de las sanciones, Rohani las calificó ayer de «violencia» y dijo que violan los derechos humanos.