Abordó varios temas, entre ellos el de Siria
Agencia de Noticias Telam- Aporrea.org
Nueva York, septiembre 25 de 2013.- La Presidenta Cristina Fernández se refirió a la situación en Siria durante su discurso en la ONU. Además, afirmó que el Gobierno quiere respuestas sobre el atentado a la AMIA. “No tenemos miedo de ir a Teherán”, enfatizó.
Durante su discurso, la Presidenta remarcó también la necesidad de buscar todos los mecanismo necesario para buscar la paz y resaltó que «no hay guerras justas, lo único justo es la paz».
Cristina comenzó con un mensaje de solidaridad con las víctimas de los atentados en Kenia «y en general con todas las víctimas de los atentados terroristas».
«Lo nuestro no es protocolar, nuestro país, junto a los Estados Unidos, son los dos únicos del continente que han sufrido ataques», al mencionar los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA.
Al referirse al conflicto sirio, señaló que cuando estuvo presidiendo el Consejo de Seguridad, propuso reformas a ese organismo «porque su función databa de la posguerra, de la guerra fría y el temor al holocausto nuclear».
«Este temor se ha demostrado obsoleto, no solo frente a Siria, sino también ante otros frentes contra la paz», destacó.
La Presidenta remarcó la necesidad de que en el Consejo de Seguridad no exista derecho a veto y puso como ejemplo la Unasur y el Mercosur donde «las decisiones se toman por consenso».
Cristina dijo que resulta «incomprensible» que «se hayan dado cuenta» hace poco tiempo de la crisis en Siria cuando ésta lleva más de dos años y medio con «150 mil muertos, donde el 99,99 por ciento murió por armas convencionales y no químicas» y se preguntó: «Qué diferencia hay entre un muerto por armas químicas o por metralla»?
En ese contexto, mencionó las cámaras de gas del nazismo, el holocausto nuclear de Hiroshima y Nagasaki, el napalm en Vietnam y el dolor de la sociedad norteamericana cuando llegaban los cadáveres de sus soldados.
Saludó el alcuerdo sobre Siria y resaltó: «nos opusimos al bombardeo».
En ese sentido, afirmó que Argentina «es respetuosa de las normas escritas del derecho internacional» y al indicar que el país tiene uno de los mayores desarrollos nucleares de América latina para fines pacíficos repasó los tratados sobre no proliferación de armas nucleares que firmó.
En contraposición, dijo que el Reino Unido, que no cumple con las resoluciones de Naciones Unidas para sentarse a dialogar sobre la soberanía de las Islas Malvinas «militariza el Atlántico Sur y envía submarinos nucleares».
Al abordar el tema de los derechos humanos y los discursos contra dictadores que se pronuncian en ese sentido, dijo que «nos hubieran gustado esos discursos» cuando se dieron los golpes militares contra Salvador Allende, en Chile, o sobre la dictadura genocida de la Argentina.
La Presidenta señaló que se debe «acabar con el doble estandard» y que «las decisiones de Naciones Unidas se cumplan para los débiles y para los fuertes».
La Presidenta mencionó las expectativas que se abrieron con el nuevo gobierno iraní y las posibilidades de apertura en ese país.
«Desde hace diez años, Néstor Kirchner reclamó en este recinto cooperación a Irán» para juzgar a los culpables por el atentado a la AMIA.
Al respecto, dijo que un posible acuerdo con Irán «fue utilizado en nuestro país para atacarnos y también por los fondos buitre para ponernos en contra del Congreso norteamericano».
«Simplemente el acuerdo es para destrabar la cuestión procesal y permitir tomar declaraciones a los acusados. En mi país ese tratado fue aprobado hace nueve meses y ahora queremos que nos digan si (la parte iraní) ha aprobado el acuerdo o cuándo se va a aprobar».
No obstante, dijo que «no se confunda nuestra paciencia con ingenuidad o estupidez».
En un tramo de su discurso, y volviendo al tema de Siria, se preguntó que «sería interesante conocer quién provee de armas a los rebeldes que enfrentan al gobierno sirio».
Al abordar el tema de los fondos buitre, la Presidenta dijo que «somos víctimas seriales de los lobbistas que especulan sobre los países que caen en default. Esta es la historia de la Argentina, pero puede ser la historia de otros países en cualquier momento».
Recordó la reestructuración de la deuda argentina con los bonistas, que alcanzó al 93 por ciento de éstos, y el pago en término que hace el país en cada vencimiento.
«Hete aquí que los fondos buitre, dije que esta Asamblea iba a estar marcada por halcones de la guerra y fondos buitre, pretenden cobrar por afuera de acreedores la totalidad sin quita, ni espera», indicó.
Por último, la presidenta se refirió a las frases pronuncidas por el secretario general de la ONU sobre convertir «la esperanza en acción, con pasión pero sobre todo con compasión para construir el futuro».
«Pasión por la esperanza y compasión por los que menos tienen, los más vulnerables, los que sufren las guerras, la miseria y la pobreza», afirmó, y en ese sentido recordó las palabras del Papa Francisco.
Cristina llegó a la sede de la ONU acompañada por el canciller Héctor Timerman; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.
También estuvieron las embajadoras María Cristina Perceval (ONU) y Cecilia Nahon (EEUU) y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, además de familiares de las víctimas del atentado a la AMIA.
La mandataria llegó con anticipación a su discurso para escuchar la ponencia de su par uruguayo, José Mujica, quien le retribuyó el gesto quedándose en la sede de la ONU para escuchar el discurso de Cristina.
A su vez, el presidente de Bolivia, Evo Morales, asistió al discurso de los mandatarios de Argentina y Uruguay.