Laura Sancho Torné
canalsolidario.org
Quizás estás pensando “Con la que está cayendo… ¿Por dónde empiezo? Bufff, total, lo que yo haga tampoco va a cambiar nada.” Pues nos gustaría decirte que no es verdad, rotundamente no. Tal vez nuestro consumo individual no cambiará las políticas de los gobiernos y las grandes empresas, pero nos permitirá ser más coherentes y apoyar iniciativas y proyectos respetuosos con el medio ambiente y las personas. Además, los pequeños cambios son poderosos y son también contagiosos, en positivo.
Te proponemos 6 acciones que puedes poner en práctica a partir de septiembre y, si además, incorporas otras acciones de consumo crítico por tu cuenta, mejor que mejor, puedes compartirlas en los comentarios de esta noticia.
>> 1.- Tu armario, viste sin esclavitud. Sabemos que hay muchas personas obreras en el Sur que siguen viviendo en un régimen de esclavitud y que, entre otras cosas, fabrican las bonitas prendas que compramos en las grandes tiendas de ropa ‘fashion’. Pero no desesperes, acaba de publicarse La guía para vestir sin trabajo esclavo de Albert Sales para la ONG Setem, una publicación que “pretende dar respuesta a las inquietudes de todas aquellas consumidoras y consumidores que nos cuestionamos qué se esconde detrás de las etiquetas de las prendas de ropa que acumulamos en nuestros armarios.” Además, nos da algunas claves para hacer un consumo consciente de ropa y para empezar a reutilitzar, reciclar y generar un mercado de segunda mano. ¡Encuéntrala y échale un vistazo!
>> 2.- Tu casa, brilla con energía limpia. Convéncete de la viabilidad económica de un modelo energético basado en las renovables. Y empieza a buscar alternativas, por tu cuenta, o a través de proyectos como Som Energia, una cooperativa de energía que quiere reunir a miles de personas con el deseo de trabajar para alcanzar un modelo 100% renovable, y sin sobrecoste. Su lema es: “No debemos esperar a que los gobiernos lo hagan por nosotros”, “Si cada uno de nosotros pide consumir energía verde en casa, a la larga nos tendrán que escuchar”. Y es que si decidimos invertir una pequeña cantidad es posible poner en marcha proyectos de generación a partir de fuentes renovables, sin depender de nada más, sólo de nuestra voluntad. ¿Te encaja? Pues, ¡infórmate ya!
>> 3.- Tú móvil, libre de sangre. Que el coltán de nuestros móviles forma parte de un negocio que financia la guerra no es ninguna novedad, que nos pasamos el día enganchadas a los smarthphone tampoco es ninguna novedad. La novedad es que el comercio justo ya ha llegado hasta el mundo de la tecnología. La Fundación Fairphone ha desarrollado un smartphone que se preocupa por el origen de los materiales con los que está fabricado y de las condiciones laborales de las personas que lo hacen posible. En concreto, Fairphone se fija en las condiciones laborales de las responsables de su fabricación, en la República Democrática del Congo. Las trabajadoras reciben un salario digno y tienen un horario de trabajo razonable, además de facilidades en el diálogo directo con los empresarios.
>> 4.- Tu bolsillo, con dinero ético. Seguro que conoces Fiare, se define a sí misma “como una red de personas y organizaciones con vocación de crear alternativas dentro del mercado financiero para construir una economía con otros valores al servicio de una sociedad más justa”. Después de fusionarse con la italiana Banca Popolare Etica, Fiare ya ha conseguido convertirse en una cooperativa de crédito, pero todavía le falta camino por recorrer, por eso cualquier tipo de participación ciudadana sigue siendo más que bienvenida. Puedes implicarte como socia, promotora, colaboradora o voluntaria. Como nos explicaba Clara Soler, el pasado mes de junio, “esperamos que el 1 de enero de 2014 podremos ofrecer a la ciudadanía servicios bancarios más completos: mejorar la oferta de libretas de ahorro y cuentas corrientes, y financiación para entidades.” ¿Quieres hacerlo posible?
>> 5.- Tu cuerpo, cuidado de manera ecológica y casera. Después del veranito es momento de mimarse…. pero muchos productos cosméticos no son tan buenos para nuestra salud y promocionan el consumo diario. ¿Has probado alguna vez de elaborar tus propios cosméticos naturales? Hay webs como hacercremas.es con decenas de recetas sencillas, otras con recomendaciones sobre dónde comprar los ingredientes, y también muchos vídeo tutoriales sobre el tema. Además, estate atenta a la sección cursos de Canalsolidario.org porque a menudo puedes encontrar talleres para aprender a realizar cosmética natural. Y si te animas con la elaboración, incluso puedes intercambiar cremitas por otros producto o servicio en uno de los muchos bancos de tiempo que existen en España.
>> 6.- Tu tiempo libre, dedicado a los demás. Son muchas las ventajas de sustituir una tarde consumiendo telebasura por un voluntariado con causa. Hacer voluntariado tiene muchas ventajas, además de ayudar a un colectivo o proyecto, aprendes mogollón sobre una temática social concreta y desarrollas tus habilidades profesionales. Incluso dicen que hacer voluntariado ayuda a ser más feliz, así que te puede ayudar a superar la temida depre post vacaciones. Hay muchas opciones, puedes hacer un voluntariado presencial con alguna ONG que lo necesite, o puedes proponer una iniciativa solidaria en tu comunidad, o incluso una acción propia de activismo en tu entorno.