De izquierda a derecha, el director adjunto de la Agencia de Seguridad Nacional, John C. Inglis; el consejero general de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, Robert Litt, y el director adjunto de la FBI, Sean Joyce, durante su comparecencia en el Capitolio, ayer en Washington, para explicar los programas masivos de vigilancia.

 

David Brooks / La Jornada

 

2 de agosto de 2013.- agosto de  Un programa masivo de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) tiene la capacidad de intervenir casi toda comunicación y actividad cibernética de usuarios alrededor del mundo a través de su presencia operativa en 150 sitios, México incluido, según otro documento secreto divulgado por el ex contratista de esa agencia Edward Snowden publicado hoy por The Guardian.

Estas revelaciones se dan el mismo día en que el gobierno de Barack Obama presentó por primera vez documentos secretos ahora desclasificados sobre los parámetros del controvertido programa de vigilancia de registros de toda llamada telefónica en Estados Unidos, programa revelado primero por Snowden, a la vez que en audiencias legislativas directores de inteligencia fueron sujetos a interrogatorios por senadores que demandan mayor transparencia en el manejo de los programas masivos de vigilancia.
El documento secreto, una presentación interna de 32 páginas sobre el programa XKeyscore, de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), publicado por The Guardian describe un programa que tiene la capacidad, sin previa autorización judicial, de recaudar «casi todo lo que un usuario típico hace en Internet», algo que la propia agencia califica como su sistema «de más amplio alcance» para desarrollar inteligencia desde Internet.
La NSA recauda esta información mediante la presencia de este programa en 150 sitios y 700 servidores en varias partes del mundo, con uno en México, según indica un mapa en el documento divulgado, aunque no está claro si los gobiernos en esos países han autorizado a Washington que el programa opere en sus territorios. Otros sitios en América Latina incluyen casi todos los países de Centroamérica, Brasil, Colombia, Venezuela y Ecuador (ver mapa en el documento en el sitio de The Guardian).
Según la presentación, el programa ha generado «inteligencia» que, para 2008, había ayudado en la captura de más de 300 terroristas.
Los materiales secretos divulgados sobre XKeyscore detallan cómo los analistas de la NSA podían emplearlo para ver el contenido de correos, los sitios visitados por un usuario, sus búsquedas así como sus metadatos (registro de comunicaciones con otros vía Internet). De acuerdo con los documentos, la NSA tiene la capacidad de vigilar la actividad por Internet de un individuo en tiempo real.
Más aún, puede monitorear el contenido de intercambios en las redes sociales, como los chats de Facebook y mensajes privados. Puede identificar las direcciones de Internet de cualquier persona que visite cualquier sitio web especificado por el analista empleando el programa.
De acuerdo con la ley estadunidense, señala The Guardian, la NSA está obligada a obtener una autorización del tribunal secreto especializado conocido como el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISC) sólo si el objetivo de investigación es alguien en Estados Unidos, aunque eso no se requiere para interceptar las comunicaciones de estadunidenses con personas bajo sospecha en el extranjero. Sin embargo, el programa tiene la capacidad de vigilar a cualquiera sin autorización judicial previa si algún tipo de información de identidad, tal como un correo electrónico, es conocido por el analista en la NSA.
Mientras tanto, en Washington, el debate detonado por revelaciones anteriores de Snowden, continuó en el Senado, donde altos funcionarios del Departamento de Justicia, de la oficina del Director de Inteligencia Nacional, y de la Agencia de Seguridad Nacional insisten en que estos programas son vitales para la lucha antiterrorista y que no están violando los derechos de privacidad de la población estadunidense.
Poco antes de la audiencia en el Senado para abordar el tema del programa de vigilancia masiva de registros de llamadas telefónicas, el director de Inteligencia Nacional James Clapper difundió por primera vez tres documentos secretos que ofrecen el marco para este programa y las órdenes judiciales emitidas por el FISC autorizando las operaciones, afirmando que lo hizo «en el interés de mayor transparencia».
Los documentos detallan el programa de vigilancia de registros de llamadas telefónicas en este país, o lo que se llama»metadatos», y que incluyen el origen, destino, duración de una llamada, y las autorizaciones judiciales para el programa por parte del tribunal secreto FISC.
Los funcionarios enfrentaron a senadores cada vez más escépticos sobre sus afirmaciones de que estos programas son limitados y pidieron mayor transparencia. Dadas las «implicaciones de privacidad masivas» del programa de vigilancia masiva de registros de llamadas, el presidente del Comité Judicial Patrick Leahy argumentó que si el programa no es efectivo «tiene que suspenderse, y hasta el momento no estoy convencido por lo que he visto» de que sea un programa necesario.
El subprocurador general James Cole, subrayó que el tribunal había determinado que el alcance del programa sí era relevante como parte de investigaciones antiterroristas, y aseguró una vez más que “no estamos recaudando todos los registros de llamadas para sólo pasear por ellos… estamos viendo las conexiones”. Insistió, como la había hecho anteriormente el propio presidente Barack Obama, en que «nadie está escuchando las conversaciones de nadie a través de este programa, y a través de este programa nadie podría».
Sin embargo, expertos han insistido en que los metadatos por sí solos rinden información muy privada y precisa sobre cualquier individuo, a tal grado que puede ser equivalente a algo que pueda escuchar contenido de una comunicación.
Pero una y otra vez, varios senadores cuestionaron la necesidad de acumular de esta manera masiva los datos de estadunidenses. Ante ello, los funcionarios afirmaron que el gobierno de Obama está «abierto a la reevaluación de este programa».
El senador Leahy indico que estaba preocupado porque este programa, al igual que otros, es demasiado masivo, y advirtió que el público empieza a desconfiar e impacientarse por la manera en que el gobierno maneja estos asuntos.