1 de agosto de 2013.- La mayoría de los partidos de la oposición en España insistieron hoy aquí en exigir la dimisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuya imagen se vio salpicada por varios escándalos de corrupción.

El secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió a Rajoy que, en un acto de generosidad con el país, deje el cargo, tras las acusaciones formuladas por el extesorero del gobernante Partido Popular (PP) Luis Bárcenas.
 

Hace 15 días, Bárcenas declaró ante un juez haber pagado sobresueldos en negro a altos cargos del ahora partido en el poder, incluido al propio mandatario, como parte de una contabilidad oculta llevada por él durante dos décadas en la agrupación conservadora.

Rubalcaba acusó al jefe del Ejecutivo de haber causado un gran daño a las instituciones democráticas por su resistencia a comparecer ante el Congreso de los Diputados, lo cual hizo este jueves luego de varios meses en silencio.

Le reprochó que no acudiera a la Cámara baja hasta que no tuvo más remedio, obligado, aseveró, por las crecientes demandas de explicaciones de los grupos parlamentarios y de la ciudadanía.

En opinión del líder de la principal fuerza de la oposición en España, el PP ganó elecciones durante 20 años contando con un sistema de financiación ilegal, en clara alusión a las revelaciones del antiguo administrador de las finanzas de los populares.

Denunció que Rajoy no se comportó en los últimos tiempos como el gobernante de una nación que atraviesa una grave crisis, sino como el presidente de un partido que creció, vivió y ganó comicios aupado por un mecanismo de financiación irregular.

A juicio del máximo dirigente del PSOE, el jefe del Gobierno español carece de autoridad moral para pedir sacrificios y esfuerzos a los ciudadanos, cuando los altos cargos populares percibieron durante dos décadas suculentas remuneraciones ocultas.

Según Rubalcaba, Bárcenas -en prisión provisional desde el pasado 27 de junio- sólo pasó a ser un delincuente para el PP cuando rompió «un auténtico código de silencio forjado durante más de 20 años».

También se refirió a un compendio de contactos telefónicos entre Rajoy y su otrora hombre de confianza, que publicó el diario El Mundo a mediados de julio último.

El periódico madrileño reprodujo entonces una serie de mensajes de texto (SMS), supuestamente intercambiados a través de sus móviles por Rajoy y Bárcenas, en los que el primero solicitó al extesorero que negara las denuncias por corrupción.

Esos SMS hablan por sí solos, no son los mensajes de un delincuente con el presidente del Gobierno, sino los de un socio con otro socio en apuros, sentenció el secretario general de los socialistas.

En la misma línea de Rubalcaba, el coordinador federal de la coalición Izquierda Unida, Cayo Lara, emplazó al mandatario a asumir su responsabilidad, dimitir y convocar elecciones generales.

No valen ni el arrepentimiento ni las disculpas, advirtió Lara a Rajoy, quien durante su intervención admitió que se equivocó al depositar su confianza en Bárcenas, aunque dejó claro que no renunciará al cargo.