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Nueve horas incomunicado en el principal aeropuerto de Londres, Heathrow, bajo el amparo de una legislación antiterrorista. Ese es el tiempo que estuvo detenido allí, el domingo, el brasileño David Miranda. Antes de dejarlo partir, retuvieron su teléfono móvil, computadora portátil, DVDs y otros elementos.
Miranda regresaba de Berlín, Alemania, en un vuelo pagado por el diario británico The Guardian, tras visitar a Laura Poitras.
Miranda es pareja del periodista Glenn Greenwald, quien publicó en The Guardian la mayor parte de las revelaciones filtradas por el exanalista de inteligencia estadounidense, Edward Snowden, sobre los programas de espionaje secreto de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés). Y Laura Poitras es una pieza clave en el mecanismo de filtración que estableció Snowden.
La elegida de Snowden
Poitras es una documentalista estadounidense, hoy instalada en Berlín. Allí le puede resultar más fácil evitar ser espiada por los servicios de inteligencia de su país, que en su momento la tuvieron bajo vigilancia por sus documentales en torno a la guerra en Irak.
En enero pasado recibió un correo electrónico cifrado, de un remitente anónimo que quería contactarla.
Era de Edward Snowden. El exagente de inteligencia había intentado primero contactar a Greenwald, pero este lo ignoró, así que Snowden intentó llegar a él a través de Poitras.
“Una de las grandes ironías de esta historia es que Snowden la eligió porque Laura Poitras estaba siendo vigilada por el gobierno de EE.UU.”, le contó Peter Maass al programa de radio Boston Calling, del Servicio Mundial de la BBC. Maas publicó un elaborado perfil de Poitras y Greenwald en la revista del New York Times.
Pero, cuenta Maass, “no la eligió porque estuviera específicamente bajo vigilancia, sino porque habiendo sido vigilada ella tuvo que empezar a vivir una vida semi cifrada (…) y así fue que él pudo comenzar el diálogo con ella”.
Reacciones a la detención de Miranda
Glenn Greenwald dijo que la detención de su pareja constituye un acto de “intimidación y acoso”. “Nunca le hicieron una sola pregunta sobre terrorismo, nada que tenga que ver con una organización terrorista”, dijo Greenwald al programa de radio Newsday del Servicio Mundial de la BBC.
“Se pasaron todo el día preguntándole acerca de los reportajes que yo estaba haciendo, y que otros periodistas de The Guardian estaban haciendo, sobre las historias de la NSA… No entiendo cómo no se dan cuenta de que lo que van a conseguir es lo contrario (a callarlo); voy a informar con más intensidad y con una mente más envalentonada”, dijo Greenwald.
The Guardian dijo que está pidiendo aclaraciones al gobierno británico, que aún no ofreció comentarios sobre el asunto.
Scotland Yard dijo en un comunicado: “A las 08:05 del domingo 18 de agosto un hombre de 28 años fue detenido en el aeropuerto de Heathrow bajo el capítulo 7 del Acta de Terrorismo 2000. No fue arrestado. Fue liberado a las 17:00″. El Acta de Terrorismo 2000 es una legislación que permite detener e interrogar a individuos en aeropuertos, puertos y zonas fronterizas.
El laborista Keith Vaz, presidente del Comité de Asuntos Internos del Parlamento británico dijo que pedirá explicaciones a la policía.
El gobierno de Brasil, a través de su Cancillería, dijo que se trató de “una medida injustificable por involucrar a un individuo contra el que no pesa cualquier acusación que pueda legitimar el uso de la referida legislación”.
Y Greenwald había escrito en su momento sobre las detenciones que Poitras sufrió en aeropuertos, donde estuvo retenida por horas en ocasiones, y donde sus computadoras fueron confiscadas y revisadas.
Paranoias
Maass visitó a Poitras y Greenwald en Río de Janeiro, en la casa cercana a la selva en la que vive el periodista de The Guardian.
“Hay monos, bananos, él tiene diez perros, un gato… Y se sienta en la entrada de su casa, en chancletas (ojotas), pantalones cortos y escribe”, contó Maass.
“Laura estaba allí, tenía varias computadoras, una para editar, una para comunicarse y una que nunca fue conectada a internet, que es en la que tendría documentos sensibles”.
“Ella es muy abierta sobre lo que cree, no se esconde detrás de ese dogma de ’ah, soy una periodista, yo no tengo opiniones’”, dijo Maass, quien también consiguió entrevistar a Snowden a través de Poitras.
En esa entrevista, Snowden le dijo que uno de los motivos por los que empezó a confiar tanto en Poitras fue porque en los primeros intercambios que tuvieron ella parecía más paranoica acerca de él que él de ella.
“Ella defiende su privacidad lo más que puede, no le gusta hablar sobre su vida personal, su pasado”, contó Maass, quien agregó: “La ironía es que al haberse involucrado con Snowden no va a poder tener una vida muy privada por el resto de su vida”.
Greenwald dijo que la detención de su pareja constituye un acto de “intimidación y acoso” y el diario The Guardian anunció que pidió una explicación al gobierno británico, que de momento no se pronunció al respecto.
La policía británica emitió una declaración en la que se detalla la hora de la detención de “un hombre” en el aeropuerto de Heathrow. También apuntó que el individuo no fue arrestado y fue puesto en libertad.
En todo caso, no parece que ni Poitras ni Greenwald, quienes aseguran tener muchos más documentos secretos que planean difundir, vayan a elegir el silencio.
“No entiendo cómo no se dan cuenta de que lo que van a conseguir es lo contrario; voy a informar con más intensidad y con una mente más envalentonada”, le dijo Greenwald al programa de radio Newsday del Servicio Mundial de la BBC.
Qué reveló Snowden
Todas estas revelaciones fueron publicadas por medios de prensa en base a documentos provistos por Snowden. En su mayoría no fueron confirmadas por los países y organismos comprometidos.
La Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. recolectó información de decenas de millones de llamadas telefónicas de ciudadanos de ese país.
La NSA también tenía acceso directo a los servidores de nueve empresas de internet, incluídas Facebook, Google, Microsoft y Yahoo, a través de un programa denominado Prism.
Una división de inteligencia de Reino Unido llamada GCHQ también utilizó el sistema Prism. GCHQ también espió cables de fibra óptica utilizados para comunicaciones internacionales.
La NSA estuvo al frente de más de 61.000 operaciones de ciberespionaje, incluyendo ataques cibernéticos en Hong Kong y China, dirigidos a la Universidad China, funcionarios públicos y empresas. La NSA también espió a funcionarios de la Unión Europea en EE.UU. y Europa.
Un total de 38 embajadas y misiones diplomáticos fueron “objetivos” de operaciones de espionaje de EE.UU. La NSA tiene otro programa llamado XKeyscore, que le permite a sus agentes vigilar “casi todo lo que un usuario medio hace en internet”.