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4 de agosto de 2013.- Fonterra, el mayor productor de lácteos de Nueva Zelanda y el cuarto en el mundo, ha declarado este sábado una alerta global tras haber hallado en un componente de sus productos, incluidos los infantiles, una cepa de la bacteria Clostridium, que puede provocar el botulismo.
La compañía, que ya ha avisado a ocho de sus importadores en diferentes países, explica que un tubo sucio en una de sus plantas fue la causa de la contaminación. Las autoridades de Nueva Zelanda han informado que los productos fueron exportados a Australia, China, Malasia, Arabia Saudí, Tailandia y Vietnam.
Las autoridades de China, que es un gran importador de productos lácteos de Nueva Zelanda, ya han urgido a las compañías chinas que importan lácteos de Fonterra a que los retiren inmediatamente. En 2008 en el país asiático murieron seis bebés y 300.000 resultaron intoxicados por consumir leche contaminada de Fonterra.