Ricardo Sanoja
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) ha concluido su XII cumbre con la propuesta de constituirse en una «poderosa zona económica» junto con otros bloques latinoamericanos como MERCOSUR, CARICOM y PETROCARIBE. El objetivo es crear «una zona económica común de desarrollo compartido, respetando las asimetrías» para articularse «en condición ventajosa» en el mundo actual.
Ya es un compromiso moral de los mandatarios que tienen clara la necesidad de unirse y ya en febrero del año pasado, en la cumbre anterior, acordaron también la creación de una zona económica a la que bautizaron con el nombre de ECOALBA y de la que en esta cumbre nada se ha mencionado. En esta cumbre se sumó como miembro de pleno derecho un noveno miembro: Santa Lucía. Quienes suscriben este acuerdo tiene el “objetivo gigante” declarar la región zona libre de pobreza y de otros males, como el atraso, el analfabetismo y las penurias de los viejos coloniajes y los viejos imperios. Al final son los pueblos los que toman el rumbo que tienen que tomar, ya hay que ratificar un rumbo autónomo frente a los problemas de desarrollo, la industrialización, la seguridad energética y otros. Aquí hay que destacar la conciencia ideológica de los gobiernos que la integran, frente a la cercanía física de otros, como la UNASUR y juntos podemos hacerlo y se va a lograr de ahí el valor del bloque como instrumento de acompañamiento de los Gobiernos a sus pueblos y a sus movimientos sociales y como modo de hacer frente por medio de la integración a las «políticas de saqueo, de intervención y de dominación».
Además esta es una arremetida colectiva y soberana contra el «neocolonialismo» y por eso es imperante la unidad de los Gobiernos latinoamericanos para combatir un orden mundial que es «injusto» e «inmoral» y es necesario evitar que nuestras democracias sean restringidas y mantener nuestras soberanías, que están en peligro con ese orden mundial inmoral, hay que cuestionar el espionaje internacional, los tratados de protección recíproca de inversiones, las trasnacionales, los centros internacionales de arbitraje y la prensa «mala», que ya hay que calificarlas de «letal» para las democracias, al tiempo que cuestionar el papel de la Organización de Estados Americanos (OEA) y reclamar reformas en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) es una iniciativa promovida por Venezuela para la integración de los países de América Latina y el Caribe, y basada en la solidaridad y en la complementariedad de las economías nacionales. Está compuesta por ocho países: Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Cuba, Antigua y Barbuda, Dominica, y San Vicente y Granadinas. Su creación fue propuesta por primera vez en el 2001 por el Presidente Chávez como alternativa a la fallida Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) impulsada por los EEUU. Sus integrantes suman un PIB de 600.00 millones de dólares y más de 80 millones de habitantes.