La valiente y heroica denuncia de Eduard Snowden sobre el control fascista del Pentágono sobre los ciudadanos y las organizaciones de EE.UU. y de todo el mundo desató en su persecución la evidencia de la militarización de las relaciones internacionales al secuestrar los aliados europeos de la OTAN, del imperialismo occidental, el avión presidencial de Bolivia. Suponían que Bolivia asilaba –con todo derecho- a Snowden pero estaban equivocados. El error de la inteligencia norteamericana que determinó el secuestro ha puesto en evidencia masivamente, ante la opinión pública de las masas del mundo que simpatizan con Evo Morales, que las leyes internacionales, que la Carta de fundación de las Naciones Unidas, que la Declaración Uuniversal de los Derechos Humanos es papel mojado para la arbitrariedad y la decisión de la potencia norteamericana decidida a sobrevivir su hegemonía mediante su superioridad militar. Y para sus socios menores europeos a ella sometidos. Un costo político que se medirá en la continuidad de las “plazas” que derrumban dictaduras y amenazan la barbarie militar del imperialismo en su ocaso económico, político y social.

La secuencia del itinerario de Snowden desde Hawai a Hong Kong y desde allí a Rusia con pasaporte ecuatoriano falso, ha permitido visualizar las verdaderas relaciones y contradicciones de China y Rusia con EE.UU. así como las de los 21 países a los que les demandó asilo. Alojado “en tránsito” en el aeropuerto de Moscú, Putin respondió que Rusia lo asilaba si él se comprometía a abandonar toda crítica a “su socio” estadounidense. De Hong Kong, bajo gobierno chino, Snowden se fugó a Rusia. China y Rusia disputan un lugar entre los países centrales con occidente pero tratan de evitar la guerra. Todos temen las represalias de EE.UU. y del bloque de la Otan. El movimiento de solidaridad con él perseguido tendrá que crecer en todo el mundo para conseguir el asilo y más aún para proseguir su denuncia de la fascistización del Pentágono. La clase obrera y las masas de las potencias metropolitanas de Europa que impidieron seguir su viaje al presidente de Bolivia se verán enfrentadas a la necesidad de repudiar la dominación imperialista de sus burguesías sobre América Latina. Si no lo hacen no serán libres jamás.

La causa nacional que sostienen los gobiernos populares de América Latina debe sacudir la conciencia antiimperialista de las masas en apoyo a la independencia de Bolivia y de América Latina. Los proletarios revolucionarios pueden ver claramente en este episodio que su liberación social está unida y condicionada por la derrota del imperialismo. El imperialismo está lanzado al desarrollo de una contrarrevolución en todos los países de la región tratando de consolidar un bloque del Pacífico. En los países con un desarrollo económico relativo donde domina el capital externo las corporaciones empresarias presionan a los gobiernos para que se distancien del proyecto regional, de la Unasur que trata de reemplazar a la OEA. Los que faltaron a la reunión de Cochabamba ó apoyaron a medias van a ser sacudidos por las repercusiones de los discursos de Rafael Correa, de José Mujica, de Cristina Fernández y Evo Morales. Las derechas están celebrando la división. El País de Madrid ya habla de “las dos Latinoamérica”. Esta provocación del imperialismo elevara el prestigio de los gobiernos más progresistas. Estamos saliendo de la más grande derrota de la historia. La crisis de la dirección obrera de tantos años limita los alcances de los movimientos nacionales. Lentamente se eleva el debate por una nueva síntesis y una nueva dirección.

Debemos señalar que el chantaje militar atómico del imperialismo no pudo detener por muchos años la revolución colonial ni sus bombas incendiarias impedir el triunfo de Vietnam más allá de su evolución actual. Los sindicatos, las organizaciones obreras y antiimperialistas de América Latina deben extender su lucha al interior de los EE.UU. y de los países imperialistas de Europa. Las armas sirven para muchas cosas pero ningún régimen social puede sostenerse sobre ellas sin apoyo social. Las dictaduras militares caen porque los ejércitos son atravesados por la lucha social. La Plaza Tahir de El Cairo que derrotó la dictadura de Mubarack ha vuelto a hacer fracasar el intento de estabilizar un nuevo régimen títere de EE.UU. apoyado en el fundamentalismo religioso de los hermanos musulmanes encabezado por Mursi promoviendo una nueva cúpula militar.

09:45 – SUSPENDO AQUÍ MI ESCRITO PARA COPIAR EL ENLACE DEL VIDEO DONDE NICOLÁS MADURO DA A CONOCER SU DECISIÓN COMO PRESIDENTE DE VENEZUELA DE CONCEDER ASILO HUMANITARIO A EDUARD SNOWDEN ¡¡VIVA LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA!! ¡¡FUERA TODO INTENTO DE PROVOCACIÓN DEL IMPERIALISMO!!

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