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El Gobierno de Barack Obama no sólo tiene información sensible de millones de llamadas telefónicas, también tiene acceso directo a los datos y a los servidores de todopoderosas empresas de Internet como Google, Facebook o Apple. Una presentación en Powepoint de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) a la que ha tenido acceso los diarios ‘The Guardian’ y ‘The Washington Post’ probaría el control de EEUU sobre el contenido de determinadose-mails, fotografías, vídeos conversaciones de chat o transferencia de archivos.

El director de la NSA, James Clapper ha afirmado que este tipo de informaciones amenazan la seguridad nacional. Estas revelaciones son «una amenaza potencial a nuestra capacidad para identificar y abordar los riesgos a los que se enfrenta nuestro país», aseguró en un comunicado difundido esta noche.

Aunque el documento -clasificado como ‘top secret- especifica que las operaciones de control de los servidores cuentan con la aprobación y colaboración de las empresas ‘espiadas’, el periódico inglés subraya que las compañías con las que ha contactado desconocen por completo estas tareas de la NSA a través de un programa bautizado como PRISM. Este programa supone una vuelta de tuerca a la normativa en vigor al respecto, la ‘Ley de Supervisión de Datos de Inteligencia sobre Extranjeros’ (FISA), reformada en 2008 para incluir más control sobre comunicaciones por móvil, Internet y correo electrónico y que da inmunidad a las compañías que voluntariamente proporcionan acceso a dichas comunicaciones a los servicios de inteligencia.

Un portavoz de Apple ha declarado que nunca «ha escuchado nada sobre PRISM» y Google ha remitido un comunicado en el que asegura que se «preocupa» por la seguridad de la información de sus usuarios y reconoce que proporciona a las autoridades la información a la que la ley le obliga pero matiza con rotundidad que no existe «una puerta trasera en nuestros sistemas» para el acceso al gobierno.

Sin confirmar oficialmente la existencia de este programa, la Casa Blanca ha asegurado que era esencial para la lucha contra el terrorismo.