Alfredo Jalife-Rahme

Un militar de Israel mira una página de Facebook; el ejército de esa nación anunció recientemente que establecerá nuevas restricciones para los soldados en el uso de redes socialesFoto Ap

Desde que el Pentágono, por ontología/teleología tecnológicas, obligó a los usuarios del planeta entero a entrar al corral del DARPA, progenitor de Internet –amplificado por la redes sociales de recolecta de datos por las militarizadas trasnacionales privadas de Israel– era previsible que algún día fueran desnudadas las trasnacionales privadas con labores públicas/militares de espionaje global del binomio cibernético Estados Unidos/Israel.

Pese a la tormenta de medievales anatemas huecos, con antelación Bajo la Lupa (De los multimedia a Internet: el control de EU/Israel, 19/8/12) había prevenido tal colusión ciberorwelliana de vigilancia global por los angelicales servidores sociales (¡supersic!): Google, Facebook, Microsoft, Verizon, Apple, Yahoo y Skype, al servicio final del programa Prisma de la National Security Agency (NSA), agencia de espionaje criptológico vinculado al Cibercomando, superescándalo reseñado explosivamente por The Guardian (5/6/13, retomado por The Washington Post (6/6/13) y con espléndido resumen de WSWS (7/6/13).

Ya habíamos advertido que “Medios islámicos fustigan el control dual de Internet y los principales servidores por Estados Unidos/Israel: Google, Facebook, Wikipedia, Yahoo, etcétera (La mano israelí detrás de Internet; Freedom Research, junio 2009: Radio Islam)”

La Seguridad del Hogar, todo el montaje hollywoodense bushiano de su guerra contra el terrorismo islámico, sirvió de pretexto para vigilar a tirios y troyanos mediante su Prisma–calca de la vigilancia ciudadana Echelon de la anglosfera durante la guerra fría– con la connivencia del Congreso de Estados Unidos desde el 11/S y mantenido durante la gestión Obama: hoy expuesto como el Gran Hermano (Big Brother) orwelliano local/global, en lugar del sitio que le correspondía a su progenitor Baby Bush, hijo de un anterior director de la CIA con reflejos pavlovianos de espía antes de la eclosión de Internet.

¿Quién, dentro del establishment en ascuas, desea dañar a Obama con tanto escándalo explosivo?

¿Quién decía que en la postmodernidad no cabían los héroes? El estadunidense Edward Snowden, otro ciberhéroe de 29 años, empleado encubierto de la CIA en la misteriosa consultora Booz Hamilton Allen (muy socorrida por Fox y Calderón), contratista de NSA, se suma a las hazañas del australiano Julian Assange y del estadunidense Bradley Manning.

El rotativo israelí Haaretz (8/6/13) cuestiona cándidamente, para no decir pérfidamente: ¿Las empresas israelíes Verint y Narus colectaron la información de las redes de comunicaciones de Estados Unidos para la NSA?

Las trasnacionales israelíes Verint y Narus han gozado de conexiones con trasnacionales de Estados Unidos y el espionaje israelí y los lazos entre las agencias de espionaje permanecen sólidas (léase: la CIA y el Mossad, entre las conocidas).

La prestigiada revista tecnológica Wired (abril, 2012) había expuesto a las dos empresas Verint y Nerus, con íntimas conexiones con la comunidad de seguridad israelí que conducen el espionaje para la NSA.

Verint, que capturó a Comverse Technology, espía a Verizon, gigante telefónico de Estados Unidos, mientras un programa de Narus recolecta las comunicaciones de los usuarios de AT&T, otro gigante telefónico estadunidense. Ori Cohen, uno los fundadores de Narus, confesó a la revista Fortune (2001) que realizaban trabajo de espionaje para el Mossad.

¿Alguien en México de los poderes Ejecutivo y Legislativo nos podría ilustrar sobre la presunta penetración de las trasnacionales de Israel mediante el ominoso programa Prisma, cuyos nueve servidores operan laxamente gracias a la apertura moderna en la recolecta de datos ciudadanos que los cocinan a su antojo para beneficiar su agenda oculta?

¿Quién protege a los indefensos ciudadanos mexicanos, primero ante su aldeano Congreso apátrida, y luego, frente el atentado permanente de los servidores de las redes sociales del binomio cibernético Estados Unidos/Israel?

Verint y Nerus operan para la unidad 8200 de espionaje del ejército israelí a cuyo cargo estuvo el comandante Hanan Gafen, quien lo confesó a Forbes (2007).

Para Israel las telecomunicaciones son un asunto jerárquico de su íntima seguridad para perseguir a sus críticos, ya no se diga sus adversarios, cuando la aceptación de Israel en el mundo se encuentra en un riesgoso 20 por ciento (solamente en Estados Unidos opera en un resbaloso 51 por ciento) y con tendencia al desplome (Electronic Intifada).

Según la histórica revelación de The Guardian, el espionaje de Gran Bretaña no se queda atrás en la compartición y compartamentalización del espionaje con la NSA mediante su macabra entidad gubernamental GCHQ.

Quienes aprobaron festiva y estruendosamente la seudomodernidad de la ominosa ley telecom en el Congreso sin una pizca de sindéresis –la pletórica cohorte milagrosa de entreguistas, apátridas y/o cándidos– nunca tomaron en cuenta nuestras advertencias sobre la ciberseguridad de México que formaba ya parte del Prisma del binomio Estados Unidos/Israel (con un presunto topo en Cofetel), antes siquiera de ser incrustada al Cibercomando de Estados Unidos.

Insolentes, los apátridas/entreguistas nos degradaron a niveles de Casandras, pero, nada ilustrados, ignoraron que la hija de Príamo y Hécuba tuvo la razón histórica en la captura de Troya, como sucede hoy bajo el Prisma de la ley telecom, donde el “México neoliberal itamita” se arrojó alocadamente a las garras de Estados Unidos/Israel.

Exhortamos a que después del destape de la cloaca cibernética que involucra la privacidad de los ciudadanos mexicanos, ya no se diga de los latinoamericanos en su conjunto, tanto los poderes Ejecutivo como Legislativo adopten las precauciones necesarias de protección civil mínimamente para sus votantes.

¿Cuáles son los límites nacionales al ciberespacio controlado por Estados Unidos/Israel cuando se han penetrado hasta las entrañas de la privacidad de los ciudadanos inermes vistos como enemigos potenciales de los gobiernos por quienes votaron, ya no se diga de los disidentes vistos como parias?

¿Dónde queda el concepto hueco de democracia frente al neototalitarismo cibernético de Estados Unidos/Israel?

Conclusión

El daño a las trasnacionales ciebertecnológicas de Estados Unidos e Israel será enorme a escala local/regional/global. ¿Quién va desear comprar instrumentos electrónicos de Estados Unidos e Israel para ser pérfidamente espiado?

El costoso aprendizaje y la enseñanza de Prisma en todos los países obliga, primero, a remediar con antídotos específicos el espionaje foráneo a sus ciudadanos deliberadamente desinformados (de allí la necesidad de multimedia plurales) y, luego, a crear una intranet nacional –que ya empezó a funcionar en países con carácter y aspiraciones de supervivencia–, con garantías públicas e inalienables de sus supuestos elegidos en los poderes Ejecutivo y Legislativo, para salir de la cárcel ciberorwelliana en la que nos encajonaron involuntariamente los servidores y las redes sociales de Estados Unidos/Israel.