Mario Arándano

Nada es causual en el mundo del capitalismo. En junio de 2012, la ministra de Industria, Débora Giorgi, realizó junto al canciller Héctor Timerman una conferencia de prensa en el marco del Consejo de las Américas, que se realizó en Nueva York (Estados Unidos), donde calificó de “muy importante” la inversión del pulpo Monsanto en Argentina anunciada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (ver video)

La presidenta argentina se había reunido entonces con los representantes de 40 empresas estadounidenses, que comprometieron inversiones en la Argentina. La reunión se realizó en la sede del Consejo de las Américas ubicado en el Upper East Side de Manhattan, y la anfitriona fue la titular de este organismo, Susan Segal.

Desde Estados Unidos, Giorgi se refirió a una inversión de casi 1.800 millones de pesos de la empresa Monsanto para la radicación de su segunda nueva planta industrial para la producción de semillas de maíz con unos “400 puestos de trabajo más”  convirtiendo a Monsanto “en la empresa que tiene la dos plantas más importantes para la provisión de semillas para siembras en la República Argentina”.

Las empresas participantes del encuentro con la mandataria fueron The Aes Corporation, Bank of America Merrill Lynch, Barrick Gold Corporation, Bridas, Brightstar, CA Technologies, Cargill, Chevron, Citi, Conoco Philips, Corporación América, Credit Suisse, Directv, Dow Chemical, Eton Park, Exxon Mobil y Fintech. También hubo representantes de Ford, Fox, GE Latin America, General Motors, HSBC, IBM, Integra Investment, Intel, J.P.Morgan, JBS Friboi, Johnson & Johnson, Kroll, LAIG, Lazard Asset Management, Mattos Filho, Microsoft, Monsanto y NEC. Completan la nómina de participantes NYSE Euronext, Pfizer, Pluspetrol, Procter & Gamble, Riverwood Capital y Wal-Mart.