En un acto de soberanía que se hacía esperar y que da cuenta de la madurez política de un pueblo puesto de pie, y de la dignidad que orienta sus transformaciones estructurales para la conquista definitiva de su libertad, el gobierno plurinacional del Presidente Evo Morales acaba de expulsar del territorio boliviano a la Agencia internacional para el desarrollo de los Estados Unidos (USAID), instrumento clave de la Secretaría de Estado de los Estados Unidos para la injerencia política, la desestabilización social y el terror en nuestros pueblos.

En reiteradas ocasiones he insistido, en este espacio y en otros, en la acción nefasta que cumplen en nuestros pueblos no sólo USAID, sino toda la institucionalidad financiera y de  cooperación técnica del orden mundial capitalista, dependiente de la ONU, de la OEA, de la OCDE, de la OEI. Así como también esas otras instituciones subsidiarias de USAID, del Banco Mundial (BM), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en las acciones conjuntas de sedición y terror. Las evidencias muestran que los pueblos liberados de las imposiciones que ejercen todos estos organismos conjuntamente con el FMI, son los únicos que alcanzan el bienestar y el desarrollo. Y algo que es fundamental, dignidad y capacidad de decisión. No  sólo para ejercer el dominio sobre sus recursos sino para su explotación y producción, ahora sí, con sostenibilidad. Cuba, es un ejemplo, tras cincuenta años de “bloqueo” y de no contar con la “ayuda” que incrementa la deuda externa y favorece los lucrativos negocios de los “socios” internacionales de esas instituciones. Lo es Venezuela, Ecuador y Bolivia. Los países que aún insisten en la economía de mercado y la inversión privada extranjera que viene amarrada con los paquetes de “ayuda” internacional, tienen los más altos índices de pobreza y de desigualdad. Y al otro lado de América latina, en todo Europa, tienen los paquetazos neoliberales de “rescate” financiero del FMI y el BM, que ha puesto a millones de trabajadores en la calle, les ha quitado sus pensiones, sus viviendas, sus seguros de salud, su deseo de vivir, condenando a las futuras generaciones a la mendicidad y el hambre.

Pero, ¡alerta!, el imperio no cesará en su empeño desestabilizador y terrorista. Cuenta con las organizaciones subsidiarias de USAID, como la NED, el IRI, Freedom House, NDI, y con miles de ONGs, una prensa decadente y “compañías” de mercenarios que forman parte de las reformas que el ex-secretario de NNUU, Kofi Annan introdujo durante su gestión recogiendo las sugerencias del Informe Brahimi que le fue encargado a su amigo y actual enviado de esa Organización en Siria, Lajdar Brahimi.

Siendo el Perú uno de los países donde la institucionalidad del orden mundial capitalista define, decide, financia (con cargo a deuda), implementa y ejecuta (a través de sus inversionistas extranjeros y de los tecnócratas de los diferentes sectores), las políticas que nos imponen, me ocuparé ahora de dar cuenta de lo que hace USAID. No sólo en el Perú sino en el mundo. Dada la extensión del trabajo, lo haré en sucesivas entregas sobre sus estrategias, sus programas prioritarios, cómo hacer negocios con USAID, sus socios “peruanos”, sus proyectos en el Perú de la “nueva era”, su atención puesta en la educación, su proyecto AprenDes.

La USAID qué es y qué hace

La historia de USAID se remonta al Plan Marshall de reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial y al “Punto cuatro” del Programa de ayuda a los países pobres de la Administración Truman. Depende directamente de la Secretaría de Estado del gobierno norteamericano. Desde 1961, es la agencia principal de intervencionismo directo de EE.UU en nuestros países.

Desde entonces ha distribuido más de doscientos mil millones de dólares en «ayudas» militares y económicas a los países donde ejerce su dominio en protección de los intereses norteamericanos. Utiliza para este efecto, diferentes modalidades de “ayuda” como: préstamos para el desarrollo, asistencia técnica, fondos para emergencias y, sobre todo, apoyo militar y político con énfasis en estrategias de espionaje, desestabilización, e intervención armada, siguiendo las normas de su “Manual represivo confidencial” que ya el gobierno boliviano había puesto en evidencia, rescatando una revelación hecha por el periódico «Hoy»  en su edición del 23 de noviembre de 1978.

Opera en el Africa subsahariana, Asia, América latina y el Caribe, Europa, Eurasia y Oriente. Decide, financia, dirige y controla planes, programas y proyectos vinculados con el desarrollo de la agricultura, la democracia y la gobernabilidad, el crecimiento económico y el comercio, la educación y las universidades, el medio ambiente y las alianzas mundiales para preservar el nuevo orden mundial capitalista, so pretexto de la asistencia humanitaria.

Maneja los llamados “Programas de corte de la cruz”, orientados a “construir la democracia y la paz, proporcionar servicios esenciales en las comunidades marginadas, apoyar con militares norteamericanos para asegurar una coherente reconstrucción y estabilización, diseñar programas que aborden mejor las causas y consecuencias de los conflictos violentos, otorgar becas de investigación competitiva a través de la Cooperativa de Investigaciones para el Desarrollo (CDR) en convenio con el gobierno de Israel, desarrollar programas urbanos para mejorar las condiciones de vida de los pobres y de las generaciones futuras, preservar el desarrollo ecológico, favorecer el uso racional de los recursos hídricos del mundo (una prioridad de la política norteamericana), diseñar programas con participación prioritaria de mujeres” (USAID, 2013).

Trabaja en estrecha colaboración con organizaciones voluntarias privadas, (ONGs), organizaciones indígenas, universidades, empresas estadounidenses, organismos internacionales, gobiernos, y agencias y embajadas de gobierno de los EE.UU y de Europa. Mantiene relaciones de trabajo con más de 3.500 compañías privadas norteamericanas.

Define su actuación como “un negocio”. Este incluye oportunidades de empleo, carreras y, sobre todo, educación. En este sentido, cabe destacar el rol activo que la USAID tiene en el proyecto de “Educación para Todos” (EPT), impulsando su extensión con sus propios recursos y a través de la promoción de mesas de donantes para asegurar el progreso acelerado de la universalización de la educación primaria, sin importar la calidad, pero sí la ideologización y alienación masiva.

La USAID cuenta con una sede en Washington-DC, y con “oficinas de campo” que dan cuenta de su presencia en todo el mundo.  En el Perú tiene su propia representación y su web site que “ha sido diseñado y desarrollado para informar a las personas de este país, de los Estados Unidos y del mundo, sobre las actividades y logros de la asistencia que el gobierno de los Estados Unidos proporciona al Perú” (USAID-Perú: 2013).

Visión general de su estrategia

Los proyectos de USAID, dicen sus mentores, ofrecen alternativas a la coca ilícita y buscan fortalecer la provisión de servicios públicos. Buscan promover el diálogo constructivo entre las comunidades locales, el gobierno, grupos de ciudadanos y el sector privado. Consolidar alianzas público-privadas para apalancar recursos y expandir modelos de actividades que hayan tenido éxito.

Lo que no se dice es que todas estas estrategias no responden al interés del desarrollo, ni de la lucha contra la pobreza, menos contra el narco tráfico. Son estrategias para reproducir la dominación neocolonial que busca asegurar la paz social requerida por los “socios inversionistas” y por la USAID, a fin de evitar riesgos que ponga en peligro su rol de garante de los intereses empresariales y de la seguridad norteamericana en  nuestro territorio y en América latina. USAID como las otras instituciones financieras del imperio norteamericano, tienen una responsabilidad con el poder que representa EEUU en nuestro continente para asegurar su dominio del mundo.

Desde su creación, USAID ha trabajado en cooperación con “socios” de EE.UU. e internacionales para “mejorar” las condiciones “de personas” en todo el mundo. Estas asociaciones han sido clave para el éxito de sus intervenciones, pero nunca antes han sido más importantes que ahora, según se consigna en las fuentes consultadas.

Se dice que el Gobierno de los EE.UU. otorga más “ayuda” que cualquier otro gobierno, sin embargo, como porcentaje del ingreso nacional bruto, representa la más pequeña entre los programas gubernamentales de asistencia extranjera. Esto es engañoso, dicen los escribidores de USAID, pues la verdadera medida de la “generosidad” estadounidense no es sólo la ayuda proporcionada por el gobierno de EE.UU., sino también la cantidad creciente dada por los ciudadanos y las empresas estadounidenses.

En 1970, el gobierno de EE.UU. proporcionó el 70% de la ayuda exterior de Estados Unidos. Hoy en día, el gobierno ofrece sólo el 20% y los ciudadanos estadounidenses y las empresas aportan el 80%. La ayuda privada hace de los EE.UU. el primero de todos los países por la cantidad de “ayuda” proporcionada a los países necesitados.

USAID, dice estar comprometida con un enfoque que reconoce e incorpora los esfuerzos de colaboración y las donaciones privadas, centrándose en el apoyo popular, la apropiación local, la sostenibilidad, la responsabilidad, y en no menos proporción, la pasión y el compromiso. No obstante, cuando se observa el tipo de programas que impone esta Agencia a los gobiernos obsecuentes de América latina y del Caribe, no queda la menor duda que el sentido de esa “pasión y compromiso” no es otro que el de la intromisión de los EEUU en el continente para salvaguardar sus intereses en lo que consideran “su patio trasero”. Algunos de esos programas son los siguientes:

  • Alanzas para el desarrollo global

Para realizarlos USAID establece “alianzas” en todo el mundo, aporta recursos, “nuevas ideas”, tecnologías y socios, para enfrentar los problemas en los países donde se impone este tipo de programas.

  • Operaciones militares

La Oficina de Asuntos Militares (OMA) es el punto principal de contacto de la USAID con el Departamento de Defensa (DoD). Representa todo el espectro de las funciones de USAID. La OMA proporciona el punto focal para la interacción con la Agencia de EE.UU y militares extranjeros en relaciones formalizadas a través de una planificación coordinada, formación, educación y ejercicios. Las áreas del programa de interés común incluyen “asistencia humanitaria, prevención del terrorismo, comunicaciones estratégicas, prevención y mitigación de conflictos, lucha contra la insurgencia, reconstrucción post-conflicto y estabilización, aplicación operativa”.

  • Programas basados en la fe y comunidad

El veinticinco por ciento de los socios de la USAID son organizaciones basadas en la fe judeo-cristiana. Cuando USAID habla de “fe”, alude a la fe judeo-cristiana, esencialmente, aunque podría ser igualmente la católica y la de otras iglesias y sectas. La noción de “comunidad” puede aludir a las de origen judío, aunque no exclusivamente, pero la idea es infundir su sentido.

  • Los programas de subvenciones

Permite a EE.UU ampliar la gama de organizaciones no gubernamentales “sin fines de lucro” orientadas hacia el éxito, en nuevos lugares o iniciar nuevos proyectos. El programa también le permite a los EE.UU llevar a cabo proyectos experimentales o innovadores, que estén “a la vanguardia” de los esfuerzos de desarrollo y ofrezcan un potencial para el aprendizaje y la repetición.

  • El desarrollo de cooperativas

Responde a las necesidades de multiplicación y fortalecimiento de organizaciones cooperativas locales, de sus miembros y voluntarios, así como de otros tipos de negocios basados ​​en el grupo, mediante la utilización de los conocimientos y recursos de los EE.UU.

  • Los programas de socios capaces

Orientados hacia las organizaciones no gubernamentales, socios colaboradores, y redes, a los cuales se proporciona recursos y asistencia técnica para mejorar su rendimiento y el control de la comunidad.

  • Los programas de bienes comunes globales

Los Global Commons Desarrollo, promueven innovaciones para el desarrollo internacional de asociaciones a través del intercambio de conocimientos y la colaboración para resolver problemas. La identificación y fomento de las innovaciones a través de la vía abierta puede mejorar la capacidad de cumplir con la misión principal de la Agencia Internacional para el Desarrollo de los EE.UU. Tiene por objeto permitir a los ciudadanos del mundo innovar y co-crear soluciones a problemas comunes.

USAID promueve, igualmente, alianzas público-privadas en el sector educación. Un ejemplo es el nuevo memorando de entendimiento firmado con una fundación privada en el norte del Perú que planea contribuir con $1 millón de dólares para unir esfuerzos en el fortalecimiento de la gestión educativa y mejorar la calidad de la educación en la región Cajamarca, en la zona de conflicto de las mineras extractoras de oro, a costa de las cabeceras de fuentes de agua y el consiguiente deterioro de los ecosistemas, la agricultura, ganadería y la vida de miles de campesinos.

Cómo hacer negocios con USAID

Al igual que el BM y el BID, USAID también tiene sus propios manuales de “cómo hacer negocios” con los préstamos que esta institución impone al país “prestatario” con cargo a su deuda externa. Esto es algo que no puede perderse de vista si se quiere entender de qué manera la institucionalidad financiera internacional instrumentaliza la “ayuda” externa en beneficio de sus “socios” empresariales europeos, norteamericanos, canadienses, japoneses y chinos, expresamente convocados, y pertenecientes a los países “no prestatarios”.

Al igual que el BM y el BID, USAID ha reconocido, desde su fundación, a la educación en sus diferentes niveles y modalidades, como una oportunidad de lucrativos negocios para sus socios. Esto, sin menoscabo de su objetivo central que es garantizar la seguridad nacional norteamericana en cualquier parte del mundo donde los gobiernos entreguistas le permiten intervenir con absoluta libertad e impunidad.

La historia de USAID no es otra que la de enajenar la capacidad de decisión de los pueblos; destruir las bases esenciales de convivencia de comunidades ajenas a la racionalidad occidental judeo-cristiana; sembrar el terror ideológico bajo la amenaza de suprimir su “ayuda” si no se cumple con determinadas exigencias; subvertir el orden e implementar la sedición vía ONGs especialmente implementadas para este propósito; extender el terror de Estado armado y violentista a través de “compañías” creadas ex-profesamente; asesinar millones de niños en el mundo por hambre, guerras, pestes, vacunas.

USAID fomenta la creación de nuevos enfoques a los problemas de desarrollo para asegurar la extensión de su “apoyo” en los países pobres en beneficio de los intereses nacionales de EE.UU. La mayoría de negocios con la USAID se llevan a cabo a través de procesos competitivos que garanticen la coherencia con sus intereses y que apoyen sus metas y objetivos.

Para esto, los candidatos deben completar una “guía básica” conteniendo preguntas específicas que debe ser enviada al Superior de Enlace de la USAID en Educación Comunitaria.

En la página web de USAID se especifica con detalle los requisitos exigidos para hacer negocios con esta institución. Participan instituciones a través de solicitudes específicas o por invitación. Los fondos se otorgan dentro de un marco estrictamente competitivo entre quienes adhieran a los pre-requisitos establecidos tanto para los que ya vienen trabajando con la Agencia, como para los nuevos postulantes.

USAID anima a las instituciones interesadas a visitar con regularidad el sitio web dedicado a “Como hacer negocios con USAID”, para identificar nuevas oportunidades. Pueden revisar el sitio web completo, prestando especial atención a “Contrataciones USAID” donde se puede encontrar las solicitudes de propuestas, peticiones de solicitudes, anuncios de licitación, y las declaraciones anuales del programa.

Si una institución está empezando a hacer negocios con la “ayuda” internacional al desarrollo, y, en general todo interesado ​​en los programas de desarrollo USAID, se sugiere familiarizarse con el objetivo general de la Agencia y sus estrategias, con especial atención en las de Crecimiento Económico, Agricultura, Salud, Gobierno, Democracia. También se sugiere familiarizarse con las estrategias nacionales, regionales y sectoriales que USAID tiene establecidas cuando se está planeando presentar una propuesta para un país específico (http://www.usaid.gov)

Las partes interesadas deben explorar esta página web para revisar y determinar los intereses comunes de su institución y en qué se relacionan con los objetivos estratégicos de USAID, en los programas temáticos y en los países donde se desea operar. Después de determinar los programas o países de interés común, se recomienda ponerse en contacto con los funcionarios apropiados de USAID y la Oficina Regional respectiva. Los agentes aquí destacados, pueden guiar a los temas de interés mutuo e identificar al personal de USAID en el país para ponerse en contacto.

Las propuestas que mejor se condigan con los objetivos de desarrollo USAID y objetivos (en particular del sector) y con las “estrategias de país”, serán más competitivas que los que no. En este sentido, el criterio básico para el proceso de calificación de las propuestas para hacer negocios con USAID es la medida en que la propuesta apoya el mandato de la USAID y sus objetivos en el país “anfitrión”.

Las oportunidades de negocios que oferta USAID con cargo a la “ayuda” que proporciona a los países, y en particular al Perú, incluye la adquisición de diversos instrumentos de ayuda para realizar sus actividades. Contratos, subvenciones, acuerdos de cooperación y órdenes de compra, son algunos de los instrumentos que son negociados y firmados en todo el mundo por la USAID.

Estos instrumentos proporcionan una variedad de productos y asistencia técnica para apoyar la consecución de los objetivos de la Agencia. Los de “adquisición” se refieren a la obtención de bienes y servicios, a través de los distintos tipos de contratos, para el uso o beneficio de la Agencia. Los de “asistencia”, se refieren a la transferencia de fondos (o de otro tipo de objetos de valor) de la USAID a otra parte, para la ejecución de programas que contribuyan al bien público a través de la consecución de los objetivos de la Ley de Ayuda Exterior de los EEUU.

Alrededor de la mitad de contratos y de concesión de subvenciones realizada por USAID, son negociados, emitidos y administrados por la oficina de Washington DC encargada de la contratación. La otra mitad se negocian y son emitidas y administradas por las Partes Contratantes y el personal de las Misiones USAID en todo el mundo.

La Agencia norteamericana precisa que toda la información relativa a la gran mayoría de las oportunidades de negocios en todo el mundo es accesible a través de su sitio web.

Además de las oportunidades de negocio, este sitio ofrece toda la información sobre normativas y políticas necesarias para realizar búsquedas detalladas a las preguntas específicas, así como información general, especialmente útil para aquellos que son nuevos en el trabajo con USAID. Estándares laborales, barreras técnicas al comercio, derechos de propiedad intelectual y otros.

Toda la información procede de bibliografía y webgrafía sobre y de la USAID, la Secretaría de Estado, y de los portales de los proyectos que impone la Agencia en el Perú. Usted puede encontrar mayor información en el libro, La educación en América latina: enfoque desde la institucionalidad del orden mundial capitalista. Formato pdf en http://www.alizorojo.com, Slide share, Buenas tareas, Scribd otros.

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