23 de mayo de 2013.- Varios barrios de las afueras de Estocolmo sufrieron disturbios por cuarta noche consecutiva, con una treintena de coches quemados, rotura de ventanas y enfrentamientos con la policía sueca. Varias personas han sido detenidas tras los incidentes, que se han extendido a más suburbios de la capital sueca.
Los disturbios comenzaron el domingo en Husby, al oeste de la capital de Suecia, donde días antes un inmigrante con problemas psíquicos murió por disparos de la policía en su apartamento, donde se había encerrado con su compañera, y que supuestamente había amenazado con un hacha a los agentes, que aseguraron actuar en defensa propia.
La Policía abrió una investigación del incidente, pero eso no evitó que los disturbios se recrudecieran la noche siguiente y que empezaran a extenderse a otros barrios de la periferia cercanos.
Los medios suecos han recogido estos días testimonios de vecinos de Husby que denuncian cargas policiales contra niños y ancianos e insultos racistas de los agentes como «negros», «ratas» o «monos», lo que ha originado críticas generalizadas y la apertura de otra investigación policial interna.
La asociación Megafon, que trabaja con grupos de jóvenes inmigrantes en la zona, ha vinculado las protestas con el racismo y con la sensación de abandono que se vive en este y en otros barrios, con índices de paro juvenil que rondan el 20%.