Pagina12

16 de mayo de 2013.- Es muy poco lo que ha cambiado desde que el G-20 anunciara el fin de los paraísos en el 2009. Un nuevo informe de la ONG ActionAid pone en tela de juicio la voluntad política del gobierno británico para combatir el problema. Las cien compañías más importantes del Reino Unido, aglutinadas en el famoso índice bursátil FTSE100, tienen más de ocho mil subsidiarias en paraísos fiscales. Los bancos son los usuarios más prolíficos de estos circuitos de la evasión impositiva global, pero a su amparo operan también multinacionales manufactureras, telefónicas, energéticas, de turismo, supermercados y bebidas. Según el informe de la ONG ActionAid, las FTSE100 tienen unas 128 subsidiarias o “joint ventures” en Argentina y fuerte presencia en todo el mundo en desarrollo.
El informe de ActionAid pone en tela de juicio la supuesta voluntad política del gobierno británico para combatir el uso de paraísos fiscales. En la reunión de ministros de Finanzas del G-8 el sábado pasado, el del Reino Unido, George Osborne, indicó que era “fundamental que las compañías y los individuos paguen lo que les corresponde de impuestos”.
La realidad es que bajo las narices de su ministerio, 98 de las 100 compañías del FTSE100 tienen subsidiarias en paraísos fiscales y 10 de ellas tienen su sede central en ellos, clara señal de que no mucho ha cambiado desde que en 2009 el G-20 anunciara “el fin de los paraísos fiscales”. Hoy la magnitud de la crisis es tal que no bastan anuncios rimbombantes y grandilocuentes promesas como la del entonces presidente francés Nicolas Sarkozy, que se comprometió nada más y nada menos que a “refundar el capitalismo”.
En la reunión de ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) de abril nueve países –España, Reino Unido, Italia, Francia, Alemania, Polonia, Holanda, Bélgica y Rumania– adhirieron a un proyecto piloto de intercambio automático de información bancaria sobre los datos de los no residentes, algo que permitirá fiscalizar la evasión impositiva de multimillonarios.
Pero según Chris Jordan, uno de los responsables del informe de ActionAid, este instrumento, reclamado durante mucho tiempo, por las organizaciones no gubernamentales, es apenas la punta del iceberg. “Este modelo de intercambio automático se basa en un mecanismo adoptado por Estados Unidos y el problema es que todavía no se sabe bien a quién cubre exactamente.
La mecánica de los paraísos fiscales es tan compleja que puede haber agujeros por los que se cuela la mayoría de los grandes evasores, incluyendo a las multinacionales y bancos”, indicó Jordan a Página/12.
Las 100 compañías del FTSE tienen unas 1685 subsidiarias en territorios dependientes de la corona británica y conocidos paraísos fiscales como Jersey, las British Virgin Islands, las islas Caimán, Bermuda y Gibraltar.
En las Bahamas hay 115.000 compañías por los 307 mil habitantes de las islas. En las islas Jersey, la proporción es igualmente exorbitante: 33 mil compañías para 91 mil habitantes. El mismo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ejemplificó el problema en más de una ocasión con la Ugland House, un edificio situado en otra dependencia británica, las islas Caimán, que alberga a más de 18 mil compañías.
La mecánica de la evasión y elusión fiscal varía de acuerdo con el sujeto –individuo, banco, multinacional–, pero el objetivo es el mismo. En el caso de las corporaciones, las subsidiarias en paraísos fiscales sirven para distorsionar la estructura de precios internos de la compañías, un mecanismo de largo aliento ya que, según la OCDE, el 60 por ciento del comercio internacional global se produce entre multinacionales.
“Supongamos que una empresa multinacional opera en un país X con un impuesto corporativo del 30 por ciento. La empresa pagará menos impuestos cuanto menos ganancias tenga. De manera que contratará a precios inflados servicios legales o financieros o de promoción de sus propias subsidiarias instaladas en distintos paraísos fiscales, donde pagan mucho menos en impuestos”, explicó a Página/12 John Christensen, director de Tax Justice International. Este mecanismo tiene un fuerte impacto en los países en desarrollo.
Las FTSE100 tienen 128 subsidiarias en Argentina, que van del campo de la minería y el petróleo al de alimentos, artículos para el hogar y seguros. “Esto no prueba que necesariamente haya evasión impositiva. Pero sí que estas compañías tienen una estructura internacional tal que pueden con toda facilidad mover sus ganancias a través de los paraísos fiscales practicando una doble evasión impositiva, tanto respecto al Reino Unido como a Brasil”, explica Jordan.
