
Según Passos Coelho, la decisión de la máxima instancia judicial lusa implicará que Portugal no reciba el desembolso —de unos 2.000 millones de euros— correspondiente al séptimo tramo trimestral de su rescate porque la evaluación realizada el mes pasado ya no “está terminada” y habrá que “hablar” con la troika —Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional—.
En su discurso de casi media hora, insistió en que el país no puede quedarse “de brazos cruzados” o en espera de que Europa le solucione sus problemas porque eso agravaría aún mas la situación y limitaría su capacidad de elección.
Nada más concluir el discurso, varios portavoces de la oposición de izquierda insistieron en pedir la renuncia del primer ministro y rechazaron que exija nuevos sacrificios a los portugueses.
Passos Coelho, que superó el miércoles una moción de censura, volvió a ser blanco de peticiones de renuncia el jueves y viernes a raíz del fallo del Constitucional y de la dimisión de uno de sus ministros, en medio del escándalo por su presunta titulación universitaria fraudulenta.
