
Las autoridades locales dijeron que no había ninguna duda de que los suicidios fueron conectados a problemas financieros.
Según la Policía, Sopranzi recibía por mes una pensión de 500 euros (650 dólares), mientras Dionsi no recibía seguro de desempleo o el derecho a una pensión, debido a las reformas laborales impuestas recientemente por el Gobierno.
Se constató que la pareja había planeado su muerte y había dejado una nota en frente de su garaje pidiendo perdón por su acto.
Italia, con una considerable tasa de desempleo entre los países de la Unión Europea (UE), está sumergida desde 2008 en una crisis económica. El Gobierno de Roma ha aprobado varias medidas de austeridad para hacer frente a los problemas financieros del país, no obstante estos actos no han logrado mejorar la condición de vida de los italianos.
