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Caracas nuevamente es el epicentro de la alegría revolucionaria. Desde el sur, el occidente, el oriente y el centro del país llegan cientos de miles de personas para acompañar al candidato de la Revolución, quien asumió el compromiso de elevar las banderas de la dignidad de Chávez junto al pueblo.
Acompañada de su pequeño hijo y varias de sus primas, que viven en Miranda, dice hoy «aquí estamos Maduro».
«Gran parte de mi familia somos chavistas; muchos no pudieron venir, pero en representación de ellos aquí estamos nosotros. ¡Chávez, aquí está tu pueblo respaldando a tu hijo!», manifestó.
A una cuadra de la tarima principal, ubicada al final de la larga avenida Bolívar, estaba Jhon Díaz con algunos vecinos y otros compañeros de trabajo.
«Casi siempre venimos a estos actos. Tenemos la gran ventaja que el jefe es un chavista puro y nos permite venir, a cambio nosotros nos comprometemos a pagarle su día. Ni él pierde ni nosotros perdemos», dice Jhon, quien luce hoy una franela y una gorra con la mirada del Comandante Eterno.
Para Jhon, este acto en Caracas es una demostración del amor que le tiene el pueblo a Chávez y a Maduro. «Amor, amor y alegría es lo que puedes ver aquí. La gentes está clara en qué es lo que quiere. Chávez nos marcó el camino y por ese camino estamos caminando».