La entidad, integrada por 250 especialistas, radicó hasta ahora en la base de Lewis McCord, en el occidental estado norteamericano de Washington.
Por otra parte, el senador republicano por el estado de Oklahoma James Inhofe dijo hoy que la Casa Blanca debe realizar un golpe militar preventivo contra la República Popular Democrática de Corea (RPDC) en respuesta a presuntos planes de ataque de Pyongyang.
En sentido similar se expresó su correligionario en la Cámara de Representantes, Peter King, quien aconsejó al presidente Barack Obama organizar un ataque militar contra la RPDC como respuesta a presuntas evidencias que dijo tener de planes agresivos contra Estados Unidos.
Además, un artículo del diario The Washington Times aseguró hoy que la Casa Blanca tiene planes para derrocar al Gobierno de Pyongyang en caso de que este realice acciones ofensivas contra Corea del Sur y las bases estadounidenses en la región.
El periódico de tendencia conservadora, que cita fuentes anónimas con acceso a información de seguridad nacional, señaló que en ese escenario el Pentágono realizaría un ataque de represalia en gran escala contra la Rpdc que culminaría con el derrocamiento del actual liderazgo norcoreano.
En los últimos meses el mando militar estadounidense revisó los planes de contingencia para la región Asia-Pacífico, incluso para la península coreana, asegura el rotativo.
Las tensiones en la zona se incrementaron durante las últimas semanas luego que el Pentágono reposicionó buques de guerra y aviones de combate en la región con el pretexto de realizar ejercicios castrenses con Corea del Sur.
Desde la semana pasada la Marina de Guerra norteamericana ubicó en el área dos destructores con sistemas antibalísticos y trasladó hacia zonas cercanas a la Rpdc la plataforma marítima autopropulsada SBX-1 con radares anticoheteriles.
El plan de traslado de una batería de cohetes del Sistema de Defensa de Área a Gran Altura (Thaad, por sus siglas en inglés) hacia la isla de Guam, fue visto la víspera por medios de prensa especializados como la mayor demostración de fuerza de Washington en los últimos años en el área.
Esta batería, que tiene un costo de 800 millones de dólares, estaba prevista desplegarse en 2015, pero ahora estará lista en cuestión de semanas, después de un intenso debate en el Pentágono pues originalmente se pensó dislocarla en Oriente Medio, pero hubo un cambio de prioridades.
Pyongyang responsabiliza a Washington por el incremento de las provocaciones bélicas en la zona, en particular las maniobras conjuntas con Corea del Sur, calificadas por los líderes norcoreanos como verdaderos ensayos de agresión contra el norte de la península.