Un diario local fue el encargado de difundir íntegramente la notificación que tenía fecha del 20 de marzo pasado. En la notificación, las autoridades de la cuidad advirtieron a las religiosas que es ilegal alimentar a los pobres sin un permiso oficial.
El convento de las Misioneras de la Caridad se localiza cerca del hospital Jackson Memorial y de la Universidad de Miami, zona donde las monjas reparten a diario el alimento a los más necesitados.
Este hecho despertó la preocupación de las religiosas de esta orden debido a que la acción que ellas emprenden no es un negocio sino un acto de ayuda y caridad.
«Nosotras no estamos operando un negocio. Nuestro negocio es hacer el bien», aseguró a la prensa la superiora del convento, la hermana Lima Marie.
La monja preguntó además «¿qué estamos violando?», y señaló que la misión de esta congregación es la de «saciar la sed de Jesús en la Cruz mediante el trabajo por la salvación y santificación del alma».
El convento de las Misioneras de la Caridad se fundó 1950 con el objetivo de ayudar a los necesitados y en la actualidad la orden cuenta con 710 centros distribuidos en unas 133 naciones.