RT- Agencias
2 de marzo de 2013.- Con las relaciones entre Washington y Pekín calificadas por la Casa Blanca como positivas y constructivas tan solo el mes pasado, una ola inesperada de informes sobre supuestos ataques cibernéticos chinos ha inundado los principales medios de EE.UU.

De la noche a la mañana, Pekín se convirtió en una amenaza a la seguridad estadounidense después de que una empresa norteamericana de ciberdefensa, Mandiant, identificara a una unidad china como la fuente de varios ataques contra empresas del país. Mientras las autoridades del gigante asiático niegan con vehemencia las acusaciones, los expertos señalan que este gran cambio en el enfoque militar de Washington no es ninguna coincidencia.

“Creo que eso forma parte de lo que Obama llama el pivote asiático, lo que en realidad es un pivote chino. Y este asunto cibernético le viene como anillo al dedo. Lo que estamos viendo es parte de este enfoque de Obama, que trata de pintar a China como una nueva amenaza militar para el mundo. Es la demonización de China”, opina William Engdahl, analista geopolítico y autor del libro ‘Full spectrum dominance’.

Lo que sí se calla es la reciente decisión del Pentágono de aumentar el número de sus cibermilitares involucrados en su nueva estrategia de 900 a más de 4500.

Si el componente cibernético de una futura contienda a nivel internacional no deja lugar a dudas, y tampoco la participación de Estados Unidos, el nombre del aspirante al papel de villano principal por ahora sigue siendo una incógnita.