Casapueblos-AEDD
«Ojala no hubiéramos llegado a esta situación de impunidad», dijo la hija de Suppo.
Jueves, 28 de marzo de 2013
Desde Santa Fe
Ayer al mediodía, Marina Destéfani tenía los ojos húmedos. «Lloro a cada rato», le dijo a una compañera que se acercó a saludarla. La chica se conmovió. «Hay que llorar, hay que tramitar el dolor», la alentó. Y la abrazó con fuerza. Los tambores y bombos no alcanzaban a tapar el desconsuelo en medio de la plaza de Mayo, frente a la Casa Gris. Marina y Andrés Destéfani, habían llegado desde Rafaela para encabezar la marcha hasta los Tribunales Federales de Santa Fe y pedir «verdad y justicia» por el asesinato de su madre, Silvia Suppo, a tres años del crimen. «Una investigación completa y profesional y no sólo la acumulación de fojas y pérdida de tiempo», dice el documento en alusión al juez que tramita el caso, Reinaldo Rodríguez.
«Ojala no hubiéramos llegado a esta situación de impunidad», dice Marina. La plaza está a dos cuadras del Tribunal Federal. Una caminata a paso lento encabezada por los hijos de Silvia y un cartel sobre su legado: «Podrán cortar las flores, pero no podrán detener la primavera». Al doblar la primera esquina, arrancaron las consignas: «¡Olé, Olá, por Silvia Suppo hay que luchar. Que lo de Silvia no nos pase nunca más!», cantaban los militantes de Hijos. La marcha había sido convocada por el Foro contra la Impunidad y por la Justicia, que contiene a los organismos de derechos humanos y expresiones sociales y políticas. No había muchas banderas, pero sí la del Movimiento Evita y del grupo Madreselva.
Aún antes de llegar a la ventana del juez, siguió otro cántico. «¡Che, Rodríguez te venimos a reclamar, dejá de dar vueltas y ponete a investigar!». Y otro: «¡Se sabía, se sabía, que a Silvia Suppo, la mató la policía!».
Ya en las puertas del Tribunal Federal, los hermanos Desféfani y dos compañeras leyeron un documento del Espacio Verdad y Justicia por Silvia Suppo. Una denuncia pública «de la falta de una investigación profesional y completa del crimen. La causa se tramita en el Juzgado Federal Nº 1 de Santa Fe, pero el juez Reinaldo Rodríguez no ha generado ninguna medida para el esclarecimiento, sino que por el contrario, insistente y repetidamente, ha obturado y obstaculizado la investigación». Y ofreció pruebas de esa «inacción, ineficacia y falta de ética profesional» en la causa:
* Los repetidos intentos de fraccionar la causa para que los dos detenidos que afirman haber actuado solos (Rodrigo Sosa y su primo, Rodolfo Cóceres) sean juzgados por un homicidio común, sin necesidad de cumplir con una investigación efectiva de la posible existencia de otros partícipes que buscaran atacar a Silvia por su condición de denunciante y testigo de delitos de lesa humanidad.
* «El reiterado incumplimiento de decisiones de los tribunales superiores que reafirmaron el deber de cumplir con una investigación completa y eficaz sobre la hipótesis del asesinato organizado contra Silvia».
* «Múltiples irregularidades procesales en contra de la parte querellante, como omisión reiterada de notificaciones o la invocación de normas legales hace tiempo derogadas».
* «La gravísima denegación a la Fiscalía y la querella de medidas probatorias verdaderamente efectivas con fuerzas de investigación fundamentales como la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el programa Verdad y Justicia de la Nación, que intervino en la causa por orden de la Cámara Federal y después del reclamo de la querella que el juez Rodríguez había desatendido».
* «Dar por concluida la tarea del Programa y de la PSA a pesar de que informaron que el juez no les facilitó elementos esenciales para cumplir con las limitadas medidas que el mismo juez les indicó».
* «La pérdida o desaparición misteriosa de pruebas fundamentales como el video entregado por la Terminal de Omnibus de Rafaela».
* «La revictimización y exposición constante a la que su falta de profesionalismo somete a los hijos de la familia querellante». «La insistencia de declarar inocentes a sospechosos sin cumplir previamente con una verdadera investigación, a pesar de los llamados de atención de los tribunales superiores».
* «Adelantar opinión en el expediente sobre cuestiones que todavía se tienen que investigar, incurriendo en un evidente causal de apartamiento». «Cuando exigimos verdad y justicia, exigimos una investigación completa y profesional y no la acumulación de fojas y pérdida de tiempo. Exigimos una investigación que nos diga que le pasó a Silvia Suppo, quiénes y por qué la mataron».
Andrés y Marina ingresaron al Juzgado para entregar un petitorio, acompañados por dos madres de Plaza de Mayo, Otilia Acuña y Olga Suárez. Los recibió el juez Rodríguez, quien reivindicó su tarea. «Nos dijo que actuó con imparcialidad y honestidad intelectual», explicó Andrés. Frente a la puerta del Tribunal, en la mitad de la calzada, una jovencita ya había sintetizado el reclamo con pintura blanca: «Rodríguez, tres años de impunidad. ¿Y Silvia Suppo?».