Oficio Rojo

1.- El agresor es Estados Unidos.- Desde el armisticio de las Coreas de 1953, Estados Unidos ha ocupado Corea del Sur y subyugado a su Gobierno a sus intereses, colocando lobbys militares y buques de guerra en la península. Se estima que desde entonces, Washington ordena un promedio de 200 vuelos sobre el territorio cada año, incluidos aviones bombarderos B-52 y submarinos nucleares.

2.- La guerra es Corea del Norte vs. EEUU.- Seúl es un país sometido a Washington desde el armisticio. Sus tropas serían las primeras en avanzar el ataque, y las primeras en morir. Esa es la política guerrerista “aliada”.

3.- Estados Unidos quiere apoderarse de Asia-Pacífico.- Ante la abdicación comunista de China para la aplicación de un modelo capitalista de Estado con estrategia imperialista, la única nación incómoda para EEUU en la región es Norcorea. Eliminarle sería para la Casa Blanca la oportunidad de cercar geopolíticamente a Pekín para competir cara a cara con su creciente economía que, según analistas, sería la primera en el mundo para el año 2018.

4.- Economía de guerra para rescatar al capitalismo.- Como sabemos, la crisis de sobre acumulación capitalista tiene en la guerra una de sus supuestas salidas. La industria militar se activa empleando mano de obra que yacía desempleada por las pérdidas de las empresas, con empleo se desatan los créditos para acelerar la capacidad de consumo, haciendo que los bancos vuelvan a funcionar. Estados Unidos sabe muy bien de esto. Sus crisis son inagotables y cíclicas cuyo costo se carga a su clase trabajadora o, como en este caso, a la humanidad entera.

5.- Fin o fortalecimiento del imperialismo.- Corea del Norte es una de las últimas paradas de los afanes imperialistas de Estados Unidos. Por su parte, Rusia, China, India o Brasil no son sus enemigos, sino sus adversarios económicos en cuya cúspide de competencia, siempre sabrán acordar la preservación del sistema. En cambio, la capacidad de disuasión política y militar de Norcorea contra EEUU es real. Esto supone que Washington se juega una de sus más importantes cartas bélicas en la Península coreana: si logra abatir a Pyongyang, no habrá país que lo detenga y su próximo objetivo será Irán, con la vida del planeta en riesgo inminente. Sin embargo, existe la posibilidad de que en la RPDC termine una era de dominio yanqui sobre el mundo.

6.- Permanente campaña anti comunista.-Tan añeja y absurda como la explotación esclavista que Estados Unidos sigue defendiendo hasta en su mismo territorio.

7.- ¿Qué detiene esta guerra? Está claro que Corea del Norte no se mueve del lugar donde ha persistido por 60 años. ¿Quién puede frenar a Estados Unidos? ¿La ONU? ¿El bloque Rusia-China-India-Brasil? ¿La Unión Europea? ¿El activismo de la humanidad por la paz? Una paz sin armas, pero sin la explotación irracional del dinero sobre a lo que a la humanidad y la naturaleza le pertenecen desde el principio del tiempo: la vida.