Aporrea.org
04 de Marzo de 2013.- Recep Tayyip Erdogan, primer ministro de Turquía, se enfrenta a un coro de críticas internacionales luego de etiquetar el sionismo como «un crimen contra la humanidad» similar al fascismo y al antisemitismo, informó The Telegraph.

El comentario, hecho en una conferencia de las Naciones Unidas para promover la tolerancia religiosa, se ganó una reprimenda de Israel, de las Naciones Unidas y de EE.UU., ensombreciendo la visita del secretario de Estado, John Kerry a Ankara para entrevistarse con Erdogan para hablar sobre Siria.

Hablando en el foro global de la Alianza de las Civilizaciones en Viena el pasado miércoles, Erdogan dijo: «Como el caso del sionismo, el antisemitismo y el fascismo, es inevitable que la islamofobia sea considerada un crimen de lesa humanidad».

Kerry dijo que encontró las declaraciones «inaceptables».

«No sólo no estamos de acuerdo con él, sino que nos resulta desagradable», dijo, durante una conferencia de prensa conjunta con Ahmet Davutoglu, su homólogo turco.

Un alto funcionario de EE.UU. que viaja con Kerry condenó el comentario como «ofensivo» y dijo que a los funcionarios turcos no les quedaron dudas de la molestia de Washington.

«Esto fue particularmente ofensivo, francamente, llamar al sionismo un crimen contra la humanidad … Tiene un efecto corrosivo (en las relaciones)» dijo el funcionario. «Estoy seguro de que el secretario va a dejar muy claro lo consternados que estamos de oír eso».

«Las relaciones entre Turquía e Israel están congeladas. Queremos que se normalicen… no sólo por el bien de los dos países, sino por el bien de la región y francamente, por el simbolismo».

La administración Obama ha tratado de mantener estrechos lazos con Turquía -país de mayoría musulmana, que también es un aliado de la OTAN – a pesar de su deteriorada relación con Israel, en parte debido a su potencial capacidad de ser un mediador en la guerra civil de Siria.

La observación de Erdogan había sido previamente denunciado por la Casa Blanca y por Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, que la calificó como «una declaración mendaz oscura y de la talla de lo que pensábamos se había acabado en el mundo».

Ban Ki-moon, el secretario general de la ONU, quien estuvo presente durante el discurso de Erdogan y oyó la traducción simultánea, dijo que violó el espíritu de la Alianza de Civilizaciones, que se formó en 2005 -con Turquía como co-patrocinador- de promover la comprensión este a oeste y combatir el extremismo.

«El Secretario General considera que es lamentable que esos comentarios hirientes y divisivos fueran pronunciados en una reunión que se celebró bajo el tema del liderazgo responsable», dijo un comunicado de su oficina.

«Si el comentario sobre el sionismo fue interpretado correctamente, entonces no sólo fue malo, sino que contradice los principios sobre los que se basa la Alianza de las Civilizaciones».

Ban fue atacado por UN Watch, un grupo con sede en Ginebra afiliado a la comunidad judía de EE.UU., por no criticar el discurso de Erdogan inmediatamente después de que lo hizo.

Grupos pro-sionistas, frecuentemente se quejan de que la ONU está sesgada en contra de Israel, basándose en una resolución de 1975 que equiparaba al sionismo con el racismo.

La resolución fue revocada en 1991 tras el colapso de la Unión Soviética.