Una segunda fuente diplomática ha informado de que París ha solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar la situación en el país. Este sábado los insurgentes de Séléka han entrado desde el norte en la capital y avanzan hacia el Palacio Presidencial.
El presidente François Hollande ha pedido al Ministerio de Defensa que tome todas las medidas necesarias para proteger las sedes de empresas e instituciones galas en suelo centroafricano.
Por su parte, Sudáfrica también ha enviado a 400 militares a Bangui para combatir junto al Ejército centroafricano.
Nelson Ndjadder, portavoz de los insurgentes, ha asegurado que “el objetivo es tomar el control de la capital hoy mismo”.
Se cree que el presidente del país, François Bozizé, podría haber huido hacia Sudáfrica.
Bozizé llegó al poder en 2003 a través de un golpe de Estado. El país, rico en minerales pero cuya población se encuentra en la miseria, ha estado plagado de revueltas militares y otros levantamientos desde su independencia de Francia en 1960.
La escalada militar en la República Centroafricana estalló el pasado mes de diciembre cuando las fuerzas de Séléka -que en idioma sango significa “coalición”- se hicieron con las principales ciudades del sur y el este del país.
Séléka pide la dimisión de Bozizé por considerarlo ilegítimo y por no haber respetado los acuerdos de paz firmados en 2007, que contemplaban la liberación de presos políticos.