Con esto en mente, la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa de Estados Unidos (DARPA, por sus siglas en inglés) está solicitando propuestas de investigación en el área del desarrollo de información sobre el entorno en el control de las redes militares inalámbricas y el fortalecimiento de ese control para hacer frente a ataques de ‘hackers’ y fuentes de información erróneas.
El problema es que cada elemento de una red tiene que ‘confiar’ en nodos, en la información entrante y en la red en general. En consecuencia, un ataque de piratas informáticos puede neutralizar esta red completamente. En otras palabras, DARPA planea desarrollar una red que será capaz de funcionar pese a una violación accidental o maliciosa en sus nodos.
Los esfuerzos actuales en el ámbito de los profesionales de seguridad informática están centrados en la protección de las unidades individuales (nodos) en lugar de la red en general, de modo que una unidad o terminal ‘hackeada’ puede causar graves daños a toda la red. Expertos de DARPA planean actualizar las redes informáticas actuales y futuras para que aprendan a determinar la viabilidad y fiabilidad de los nodos vecinos y, si es necesario, bloquearlos y readaptar la red manteniendo su funcionamiento.
Para decirlo en palabras simples, la nueva red identificará a las personas sospechosas, fácilmente reconocerán a un ‘extraño’. Para ello, los usuarios utilizarán los nuevos protocolos que puedan detectar una actividad inusual, destacando los problemas de seguridad.