A partir del 1 de abril cualquier persona podrá acceder al archivo electrónico del cerebro de la represión brasileña que, según la agencia oficial de noticias ABR, consta de un millón de páginas de documentación que han sido digitalizadas en los últimos dos años.
Según el Ministerio de Justicia, estos archivos, además de ser un registro histórico, facilitarán el trabajo de reparación de las víctimas de la Comisión de Amnistía, ya que podrán utilizarse como herramienta para que los perseguidos políticos de la época puedan comprobar algunas de las agresiones sufridas.
La fiscalía de Brasil ha abierto en los últimos dos años 170 investigaciones criminales sobre casos de secuestro y homicidio de opositores políticos cometidos por militares y policías en la última dictadura (1964-1985). En su último informe la fiscalía reiteró «la importancia histórica y jurídica» de esclarecer los hechos de «más de 500» casos de muertes bajo tortura, ejecuciones sumarias y desapariciones.