«Hemos presentado una denuncia ante la Corte Penal Internacional, pidiéndole al fiscal que investigue y considere procesar a Joseph Ratzinger», señaló Pamela Spees, abogada del Centro por los Derechos Constitucionales, a la agencia Reuters.
Los grupos de defensa de los derechos humanos sostienen que sólo algunas de las víctimas de abusos sexuales cometidos por parte de sacerdotes católicos denuncian sus casos.
Megan Petersen, de 23 años, es una de ellas. Con tan solo 14 años de edad, fue brutalmente violada por un sacerdote indio en Minnesota, EE.UU. El hombre regresó a la India donde actualmente se encuentra encarcelado en espera de ser extraditado, tras una exhaustiva campaña llevada a cabo por los activistas, que denuncian que en este caso y en otros similares la Iglesia Católica siempre protege a los agresores.
«Cambiarán sus nombres, serán enviados a otros países», dijo a esa agencia Mary Caplan, también víctima de abusos sexuales y miembro de la organización de derechos humanos Survivors Network of those Abused by Priests (Red de Sobrevivientes de Víctimas de abusos por Sacerdotes). “Así que tienes a una niña de 16 años, víctima de una violación, frente a esta poderosa institución que protege a los violadores», agregó.
El papa pidió perdón por los abusos sexuales contra menores de edad dentro de la Iglesia, pero únicamente ordenó que se llevase a cabo una investigación sobre los crímenes de este tipo en la Iglesia Católica de Irlanda.
Benedicto XVI anunció su renuncia el pasado 11 de febrero. Algunos expertos apuntan que la decisión podría tener relación con los recientes escándalos de corrupción y sexuales dentro del Vaticano.