Felipe Yapur-Tiempo Argentino

14 de febrero de 2013.- El Senado dio ayer el primer paso hacia la sanción de la ley que ratifica el convenio que firmó la Argentina con la República Islámica de Irán y con el que se busca avanzar en la investigación por el atentado a la AMIA. Cerca de seis horas de debate insumieron los senadores que participaron del plenario de comisiones en el que se abocaron al estudio del tratado.
El Frente para la Victoria (FPV) consiguió las firmas necesarias para emitir un dictamen favorable que será debatido en el recinto la próxima semana, pero no contó con el apoyo opositor. Del maratónico encuentro participó el canciller Héctor Timerman, quien aseguró que «la firma del memorando es el resultado de buscar justicia para las víctimas de la AMIA sólo con la justicia».
Si algo dejó en claro esta extensa reunión fue la dificultad de la oposición para ofrecer una alternativa superadora a lo que presentó el oficialismo. Así, los discursos de algunos senadores opositores estuvieron plagados de chicanas y descalificaciones hacia el canciller en particular y al gobierno nacional en general. Reiteraron una y otra vez sus dudas sobre los alcances de la comisión de notables que prevé el memorando y recibieron en cada oportunidad una respuesta de las autoridades de la Cancillería, también representada por Susana Ruiz Cerutti, consejera legal de la cartera de Relaciones Exteriores.
En su exposición inicial, Timerman reafirmó la decisión de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de «crear todos los instrumentos necesarios para que actúe la justicia en la causa AMIA», y comparó este hecho con la inacción de los presidentes Carlos Menem (que enfrenta un juicio por encubrimiento), Fernando de la Rúa, Adolfo Rodríguez Saá (presente en el Plenario) y Eduardo Duhalde. Luego, el canciller hizo un racconto de todo lo realizado por las gestiones kirchneristas hasta concluir con el acuerdo que, como lo definió, consigue «un compromiso por escrito de Irán que colocará a los imputados frente al juez natural de la causa, para que el expediente salga de su total parálisis». Más tarde realizaría una confesión: «Me tengo que reunir con gente que no quería reunirme. Lo hice porque creo firmemente, de corazón, que podemos llegar a movilizar la causa. No es ningún placer para mí sentarme con negadores del Holocausto», remarcó el funcionario, y agregó: «Hubiera preferido no tener que hacerlo.»
Los radicales fueron los abanderados de la oposición. El mendocino Ernesto Sanz mocionó que se convocara al juez Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Alberto Nisman, pero no tuvo éxito. «No es necesario, el juez y el fiscal tienen que hacer lo suyo cuando viajen a Teherán», replicó el jefe de los senadores del FPV, Miguel Pichetto. Sanz no se quedó conforme y afirmó que el acuerdo no se concretará. Se basó en los dichos de un vocero iraní, quien negó que uno de los acusados, el ministro de Defensa Ahmad Vahidi, fuera a ser interrogado. Timerman lo cortó en seco y le recordó que el canciller de ese país, Ali Akbar Salehi, lo desmintió: «Ahora resulta que usted le cree a un vocero y no a un ministro. Entonces la próxima vez que necesite hablar con usted lo llamo a su vocero», ironizó. Luego, cumpliendo con la conocida estrategia radical, el jujeño Gerardo Morales atacó al canciller a quien llamó «mentiroso» y lo acusó de poner «de rodillas a la Argentina». Sin duda, el radical provocó a Timerman para que se saque de quicio y se produzca un enfrentamiento para las cámaras de televisión. El canciller se contuvo y le agradeció las descalificaciones. Otro radical que planteó objeciones fue el chubutense Mario Cimadevilla, quien aludió a la supuesta confusión que generaría la versión en inglés del memorando donde se habla de preguntar cuando, según el senador radical, debería decir interrogar. También quiso saber si se aplicará la legislación argentina. Timerman reiteró que el idioma inglés no tiene un sinónimo de ese vocablo como sí lo tiene el castellano. «El Memorándum dice interrogar y, además, senador, qué otra legislación puede utilizar un juez argentino que no sea la argentina», dijo para luego agregar que «es muy importante darse cuenta del cambio que implica que Irán acepte que el juez de la causa esté presente e interrogue a los imputados. Por primera vez en 19 años hemos logrado esto.»
La representante del FAP, Norma Morandini, se quejó del poco tiempo para analizar el documento pero también quiso saber si no había otro camino para llegar a un fallo judicial porque consideró que con el memorando se «está exculpando a Irán». Timerman le recordó que no había otra forma de negociar con este país y, para más datos, le recordó un diálogo con el entonces canciller israelí Avigdor Lieberman, quien le exigía no negociar con Irán: «Le pregunté si me estaba sugiriendo que secuestráramos o torturáramos o le pusiéramos una bomba debajo del auto a los acusados. Para nosotros lo importante es alcanzar la justicia y por eso les digo que conmigo no cuenten si de matar se trata.» La senadora no volvió a hablar.
El otro referente del FAP, el bonaerense Jaime Linares, insisitó en que «el gobierno, con el afán de generar movimiento en la causa, elige un camino equivocado que no tiene salida hacia el objetivo buscado que es la justicia. No podemos avalar la impunidad, es un paso atrás y un retroceso para la justicia.»
El senador Daniel Filmus, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y responsable de conducir el plenario que incluyó a las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia, afirmó a Tiempo Argentino que se pudo debatir con amplitud y destacó que el debate dejó en claro que «la oposición no puede ni quiere ofrecer una alternativa». Ahora habrá que esperar hasta el próximo 21 de febrero para que se debata en el recinto. El FPV cuenta con los votos necesarios para dar media sanción a este memorando.