Esta vez una nueva investigación, realizada por la BBC, ha descubierto que un gran número de esos restos pertenecían a niños.
En declaraciones a ese medio Hannah Cheevers, cuyo hijo había muerto hace 13 años en un hospital de Southampton (sur de Reino Unido) por un defecto cardíaco, declaró que dos agentes se presentaron en su casa para notificarle que se había “guardado” el cerebro de su hijo Rhys.“Luego de su funeral intentamos seguir con nuestras vidas y 13 años más tarde la Policía del condado de Dorset llama a nuestra puerta para informarnos que el cerebro de mi hijo se ha retenido en el hospital”, relató Cheevers entre lágrimas.
“Estaba sorprendida y no sabía realmente cómo reaccionar. Asumimos que (Rhys) había sido sepultado intacto. No teníamos ni idea de que habían guardado su cerebro”, agregó.
Por su parte, la Policía indicó que el cerebro de Rhys se había mantenido intacto pero no explicó por qué motivo se había retenido.
La señora Cheevers indicó que luego de tratar el tema con su esposo decidieron donar el cerebro de su hijo a un centro de investigaciones médicas, debido a que no estaban preparados para exhumar el cadáver de Rhys y revivir un segundo funeral.