El llamado Servicio Clandestino de la Defensa (DCS, por sus siglas en inglés) se subordina a la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), y está designado para obtener información sobre probables amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos.
Entre sus tareas principales está la recolección de datos a través de fuentes humanas, misión que ha sido tradicionalmente de la CIA y otras organizaciones similares del Gobierno.
La prioridad del DCS será el apoyo de inteligencia a las tropas de combate que están en Afganistán o en cualquier parte del mundo, además de realizar espionaje contra la República Popular China, Corea Democrática e Irán, señala el diario The Hill.
Los fondos para la nueva oficina están incluídos en la Ley de Autorización de Defensa del año fiscal 2013 aprobada por el Congreso el pasado año, a pesar del escepticismo mostrado por varios legisladores sobre la necesidad de esta agencia, en medio de una crisis fiscal en ciernes, agrega el periódico.
El congresista republicano por el estado de Texas, Ron Paul, denunció en diciembre del pasado año que la expansión de las misiones de la DIA incrementará las actividades encubiertas contra otros países, y obstaculizará la labor fiscalizadora del legislativo sobre los órganos de espionaje.