Ente el 25 al 27 de enero se ha celebrado en Santiago de Chile la Cumbre de los Pueblos de América Latina, el Caribe y Europa: Por la Justicia social, la solidaridad internacional y la soberanía de los Pueblos. Este encuentro de movimientos sociales se ha desarrollado paralelo a la cita oficial de la Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños a la que han asistido representantes de más de 40 países que pretenden profundizar en las alianzas tanto en el comercio como en inversiones.
La Cumbre de los Pueblos, por su lado, se realizó en la Universidad de Chile, cuyos estudiantes han sidoprotagonistas del movimiento estudiantil chileno que reclama educación gratuita y de calidad al Estado chileno.
Los organizadores del encuentro de los movimientos sociales han expresado que “la Cumbre de los Pueblos de Santiago tiene lugar en medio de una crisis económica y financiera mundial” y es “una oportunidad importante para cuestionar las distintas dimensiones de la crisis y los intentos gubernamentales de utilizar la inversión de capitales europeos en América Latina como un camino de salida a ella”.
Silencio sobre los problemas del país
La Cumbre de la EU y CELAC se realiza en Chile mientras hay un completo silencio de las autoridades en torno a la huelga de hambre de los presos políticos mapuche y a la petición de decenas de organizaciones sociales y derechos humanos al Estado chileno para que se ponga freno a la militarización que sufren las comunidades mapuche.
La Comisión Ética Contra la Tortura ha realizado una llamada humanitaria al presidente chileno Sebastián Piñera solicitando la libertad inmediata e incondicional de los presos políticos mapuche, la creación de una instancia de diálogo para resolver el conflicto, la devolución de los territorios mapuche hoy en manos de las empresas forestales, el respeto al Convenio 169 de la OIT y la protección de la integridad física y psíquica de la niñez mapuche, entre
otras medidas. Además, la cumbre alternativa ha denunciado que Chile es uno de tantos países que sigue adoptando las políticas de la doctrina de la Seguridad Nacional y sigue enviando a sus soldados a entrenarse a la Escuela de las Américas del Ejército de Estados Unidos y aún conserva la misma constitución del dictador Augusto Pinochet.
Acuerdos para las multinacionales
Tras el cierre de la cumbre alternativa, las organizaciones sociales allí presentes, entre ellas Ecologistas en Acción, se ha denunciado los intereses puramente económicos representados a través de los gobiernos presentes en Chile esos días.
Para Ecologistas en Acción el encuentro oficial “no ha podido ser más lejano a las necesidades de las poblaciones de ambos bloques[a uno y otro lado del Atlántico] y del medio ambiente”. El grupo ecologista denuncia que los tratados internacionales como los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI) y los de Libre Comercio (TLC) se utilizan para salvaguardar los intereses de las empresas transnacionales. Además, el grupo ecologista recuerda que se están imponiendo oganismos como el CIADI (Centro Internacional para el Arreglo de Controversias Relacionadas con las Inversiones) del Banco Mundial con árbitros que fallan a favor de las grandes transnacionales lo que ha hecho que países como Bolivia o Venezuela hayan abandonado el CIADI.
Recuerdan que los objetivos del encuentro de mandatarios en la Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados “tienen mucho que ver con el acceso a las materias primas imprescindibles para la economía comunitaria” y concluyen han permitido proyecto de megaminería o la construcción de grandes represas en los ríos con un grave impacto ambiental y social para las comunidades que habitan estos territorios. Ejemplo de ello son las resistencias de cientos de personas en Ecuador contra las extracciones petroleras, en Perú contra los proyectos de minería a cielo abierto como Cajamarca, Brasil contra presas de Belo Monte o las de Chile contra las presas en los ríos Baker y Pascua que quiere levantar Endesa.