7 de febrero de 2013.- Una organización internacional inmensamente poderosa que la mayoría de la gente nunca ha oído hablar secretamente controla las reservas de dinero en todo el mundo. Se llama el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés), y es el banco central de los bancos centrales.
Está ubicado en Basel, Suiza, pero también tiene oficinas en Hong Kong y Ciudad de México. Es un inexplicable, no elegido banco central del mundo que tiene total inmunidad de impuestos y de las leyes nacionales. Aún Wikipedia admite que «no es responsable ante ningún gobierno nacional».
El Banco de Pagos Internacionales fue utilizado para el blanqueo de dinero para los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial, pero actualmente el principal propósito del BIS es orientar y «dirigir el sistema financiero global de planificación centralizada».
Actualmente, 58 bancos centrales globales pertenecen al BIS, y tiene mucho más poder que cualquier político sobre cómo la economía de EE. UU. (o cualquier otra economía si es el caso) actuará en el transcurso del año siguiente. Cada dos meses, los bancos centrales del mundo se reúnen en Basel para otra «Reunión de Economía Mundial». Durante esas reuniones, se toman las decisiones que afectan a cada hombre, mujer y niño en el planeta, y sin embargo, ninguno de nosotros tiene algo que decir en lo que sucede.
El BIS es una organización que fue fundada por la élite global y opera para el beneficio de la élite global, y que está destinado a ser uno de los pilares fundamentales del emergente sistema mundial económico.
Los banqueros centrales que se reúnen no están ahí solo para socializar. Ningún miembro del personal podrá tener acceso a estos encuentros, y se llevan a cabo en un ambiente de absoluto secreto.
En las reuniones se encuentran los jefes de los principales bancos centrales del mundo, representando a países que anualmente producen más de 51 billones de dólares (trillones en EEUU) de producto interno bruto, tres cuartas partes de la producción económica del mundo.
La élite cree que las «grandes decisiones» son demasiado importantes para dejárselas «al pueblo», por lo que la mayor parte de las «instituciones internacionales» que han sido establecidas por la élite funcionan de forma independiente del proceso democrático. Todo esto ha sido planeado desde hace mucho tiempo.
La élite global está tratando de unir a la humanidad bajo un solo sistema, y eso no es algo bueno.
Pero muchos de estos elitistas están totalmente convencidos de que un «gobierno mundial» es lo que la humanidad necesita desesperadamente. Incluso públicamente dicen lo que piensan hacer, pero la mayoría de la gente no escucha.
El expresidente del Banco Central Europeo Jean-Claude Trichet, dio un discurso el 26 de abril del 2010 en el Consejo sobre Relaciones Internacionales (CFR por sus siglas en inglés) en Nueva York llamado «Gobierno Mundial Hoy».
¿Cómo hace exactamente el BIS para lograr «estabilidad monetaria y financiera»?
Esto lo logra mediante el control de las divisas. En la actualidad ocupa el 7% de los fondos disponibles de divisas del mundo, cuya unidad de cuenta se cambió en marzo de 2003 del oro franco suizo a los Derechos Especiales de Giro (Special Drawing Rights), una orden de dinero artificial con un valor basado en una canasta de monedas (44% dólar USA., 34% euro, 11% yen japonés, 11% libra esterlina).
El banco también controla una enorme cantidad de oro, que deposita y presta, dándole gran influencia sobre el precio del metal y el poder de mercado que trae, ya que el oro sigue siendo la moneda única universal. Las reservas de oro del BIS se incluyeron en su informe anual del 2005 (el más reciente) de 712 toneladas. La forma cómo se desglosa en depósitos de bancos miembros y reservas personales del BIS se desconoce.
Al controlar el cambio de moneda extranjera, más el oro, el BIS puede ir lejos hacia la determinación de las condiciones económicas de un país. Cada vez que Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de EE.UU., o Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, anuncian un alza de las tasas de interés no ocurrió sin el consentimiento de la junta directiva del BIS.