La manifestación, que recorrerá al menos 10.000 kilómetros a lo largo y ancho de la India, busca conseguir respuesta a los problemas que aquejan a millones de personas en el país, especialmente en los sectores más vulnerables -los pueblos originarios, trabajadores rurales, trabajadores del sector formal e informal, mujeres, dalits, adivasis y otras minorías.
El objetivo de estas manifestaciones es denunciar la política gubernamental en temas de seguridad alimentaria, el aumento de precios, la salud pública, el desempleo, la corrupción desenfrenada y los derechos de la mujer.
Entre las exigencias al gobierno se encuentra la implementación de políticas de reforma al acceso de la tierra y la garantía de vivienda para los desterrados.
Asimismo, los trabajadores exigen detener las privatizaciones en educación y salud, así como fortalecer los servicios públicos y establecer una estricta regulación del sector privado.
La semana pasada, al menos once sindicatos del país organizaron una huelga que contó con la participación de 100 millones de trabajadores y trabajadoras, quienes se pronunciaron contra las medidas neoliberales que busca aplicar el gobierno.
“Nunca antes en la historia moderna de la India se habían unido todos los sindicatos, ni se había dado una movilización obrera de esta magnitud”, afirmó el profesor y analista político Vijay Prashad.
En los últimos 15 años, más de 290.000 trabajadores del campo se han suicidado en la India por efecto de la liberalización económica.