Desde 1833, las islas Malvinas se encuentran ocupadas por el Reino Unido, desde ese momento, su soberanía se ha convertido en tema de disputa entre Londres y Buenos Aires, lo que llevó a ambos países a librar una guerra de 74 días en 1982 que culminó con la muerte de 649 argentinos y 255 británicos.
Las tensiones entre el Reino Unido y Argentina se intensificaron desde que Londres autorizó en 2010, una campaña de exploración petrolera en las islas del Atlántico sur.
Timerman finalizó el miércoles una visita, de dos días a Londres para participar en una reunión con grupos de políticos, académicos y periodistas de 18 países europeos que apoyan y promueven el diálogo entre los dos países por las Malvinas, en la que se firmó una declaración instando al Reino Unido a “reanudar el diálogo” con Argentina, y demostrar así al mundo “su vocación por la paz y el respeto del derecho internacional”.
Durante su visita se negó a reunirse con su homólogo británico William Hague, quien condicionó la reunión a la presencia de representantes de las Malvinas; pues el país sudamericano sostiene que la disputa debe ser resuelta en base a negociaciones bilaterales entre ambas naciones y sin la participación de los malvinenses, a quienes Argentina considera una “población implantada” por el país europeo. Al respecto, Buenos Aires calificó de ilegal un referéndum previsto en marzo en las Malvinas para que sus habitantes decidan si quieren seguir siendo territorio de ultramar del Reino Unido.