El joven asistió al centro nocturno en compañía de su novia, Jéssica Duarte, de 20 años de edad, quien se encuentra ingresada en el Hospital Cristo Redentor de Porto Alegre, según diario local Zero Hora.
Los participantes se concentraron en las afuera de la discoteca Kiss, ubicada en la avenida Andradas, colocaron flores y ofrendas florales, después de asistir a una misa colectiva celebrada en Basílica Nuestra Señora de Medianeira.
La misa comenzó en total silencio, pero después se escucharon gritos de dolor de familiares y parientes de los 237 muertos hace siete días en ese siniestro.
El incendio generó tristeza y solidaridad en todo Brasil, así como una ola de fiscalizaciones de centros nocturnos con miras a evitar que ocurran nuevas tragedias de este tipo en el futuro.
Según la alcaldía de Santa Maria la discoteca será transformada en un monumento para recordar a las víctimas.
En este contexto, la secretaria de Salud de Río Grande do Sul informó que continúan hospitalizados 113 lesionados, de ellos 41 reciben respiración asistida y se encuentran en su mayoría en clínicas de Porto Alegre.
El incendio en la discoteca Kiss provocó 234 muertos en un primer momento, pero después fallecieron otras tres víctimas en Porto Alegre, donde se ubican los casos más graves debido a las quemaduras recibidas y por intoxicación química.
Últimas pesquisas de la Policía revelaron que la espuma utilizada como aislamiento acústico en el centro recreativo magnificó el incendio, pues se trata de un material altamente inflamable y desprende gases tóxicos cuando se quema.
El Ministerio de Salud anunció la víspera la llegada al país de un medicamento intravenoso para tratar a los enfermos con intoxicación química.
Se trata de 140 dosis de hidroxicobalamina (vitamina B12 inyectable), indicada, entre otros usos, para tratar la intoxicación por gas.