Néstor Francia
La derecha internacional ha lanzado una nueva matriz manipuladora. Según el diario derechista alemán Bild del pasado domingo, funcionarios de aduana del aeropuerto de Düsseldorf encontraron un cheque por 300 millones de bolívares en el equipaje de Tahmasb Mazaheri, ex ministro de Finanzas de 2001 a 2004 y ex jefe del banco central de Irán hasta 2008, cuando intentaba entrar a Alemania procedente de Turquía. Llama la atención el hecho de que según Bild, el hallazgo se hizo el 21 de enero, es decir… ¡hace dos semanas! ¿Por qué algo tan importante ni siquiera había sido comunicado por el gobierno alemán? ¿Por qué es un diario sensacionalista de la derecha el que publica de buenas a primeras una “noticia” tan importante que hubiera merecido al menos una comunicación oficial de la policía alemana? La oposición venezolana está acusando de una vez al Gobierno nacional porque se trata de un supuesto cheque del Banco de Venezuela ¿Qué hace un iraní en Alemania con un cheque en bolívares? ¿Es creíble lo referido por Bild en el sentido de que Mazaheri habría declarado que el cheque era para financiar la construcción de 10.000 viviendas por parte de nuestro gobierno? Todo es tan descabellado, tan absurdo, que no queda más remedio que pensar que en la información de Bild hay gato encerrado. Claro, es posible que el cheque exista, pero el mismo diario alemán afirma que el iraní podría ser acusado por evasión de declaración de bienes al ingresar en Alemania, y que la policía y la aduana alemanas investigan un posible caso de lavado de dinero. El hecho de que ya la oposición, y señaladamente Capriles, estén pidiendo explicaciones al Gobierno por esta “información” hace que la cosa sea al menos harto sospechosa ¿Están los contactos de la oposición venezolana con la derecha alemana jugando posición adelantada antes de las acusaciones de corrupción que se vienen contra Primero Justicia? Cosas que están por verse.
No está de más decir que Bild, el diario de mayor tiraje en Europa y el tercero en el mundo, está considerado desde su fundación como amarillista y creador de escándalos que “venden”. Su forma de abordar las noticias ha sido frecuentemente objeto de cuestionamientos y críticas. Es propiedad del consorcio Axel Springer AG, el mayor grupo editor de Europa y controla con mucho la mayor tajada de la canalla mediática alemana. Tiene más de 11.500 empleados y genera ganancias anuales cercanas a 2.9 billones de euros. Un verdadero modelo del monopolio mediático burgués.
El autor satírico alemán Max Goldt se ha referido de esta manera a esta bazofia mediática: “Este periódico es una institución infame. Es un error leerlo. Alguien que contribuya con este periódico, es socialmente inaceptable. Sería erróneo ser amable o tan siquiera cortés con sus redactores. Se debe ser tan inclemente con ellos como la ley lo permita. Son malas personas, que mienten”.
La Asociación Alemana de Agencias de Relaciones Públicas (GPRA), realizó un estudio sobre la confianza de los entrevistados en los medios impresos de ese país. El estudio, publicado en abril de 2012, reflejó que el periódico solo tiene la confianza del 30% de los encuestados. El Presidente de la GPRA comentó: “La auto-percepción del periódico Bild es muy diferente de la realidad. No tiene en absoluto ninguna legitimidad que se base en la confianza para juzgar la moral y la justicia en nuestro país”.
La novela de Heinrich Böll “El honor perdido de Katharina Blum”, publicada en 1974, y la película de 1975 basada en ella, utilizaron un facsímil ficticio de Bild para presentar sus prácticas periodísticas contrarias a la ética. Boll, en palabras expresadas sobre la cobertura que hizo Bild de las actividades de la banda Baader-Meinhof en la década de 1970, dijo lo siguiente: “Lo que hace Bild no es cryptofascista, ni siquiera fascistoide, sino fascismo desnudo, agitación, mentiras y suciedad”.
En 1977 el periodista de investigación Günter Wallraff trabajó durante cuatro meses como redactor para Bild en Hanover, dándose a sí mismo el seudónimo de “Hans Esser”. En dos libros suyos, “La noticia principal” y “Testigos de cargo”, retrata sus experiencias en la redacción del periódico y el periodismo que encontró allí, estableciendo que el personal comúnmente muestra desprecio por la humanidad, falta de respeto a la privacidad de la gente común y conducta poco ética generalizada de investigación y técnicas de edición.
Judith Holofernes, vocalista de la banda alemana Wir sind Helden, escribió una mordaz carta abierta a la agencia de publicidad de Bild, donde asentó: “Bild no es una publicación inofensiva, libre de culpa, sino un instrumento político peligroso, no sólo un telescopio magnificador de los pantanos, sino una criatura del mal”.
Ahora es el periódico favorito de Capriles y la MUD.
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