La República Bolivariana de Venezuela, se ha convertido en un manjar por excelencia para el estudio sociopolítico de propios y extraños, en donde convergen dos escenarios: Un mundo social, político, económico, cultural, deportivo, militar y religioso, donde vive un grupo de ciudadanos negado a cambios, sujetos a paradigmas y estancados a un pasado colonial sepultado por la vorágine del siglo XXI.

Existe el otro mundo, parido el año de 1998 con la llegada del Comandante Hugo Chávez a la presidencia, donde un grupo mayoritario de conciudadanos logró transformar la historia republicana venezolana, al darse una novísima Constitución nacional y la implementación de misiones liberadoras como punta de lanza, para alcanzar la nueva independencia.

En la Venezuela virtual, la clase social dominante, mantiene su hegemonía y los privilegios del rico sobre el pobre, quien mantiene su invisibilidad. La política exterior debe estar supeditada al Consenso de Washington, la interior debe ser representativa y los partidos políticos deben ser los derivados del pacto de Punto Fijo. En la economía es muy importante el libre comercio y la asesoría extraordinaria del FMI, el BID y el BM, sin olvidar, uno que otro Plan Marshall. En el área cultural, Tío Simón con su caballo viejo, Lila Morillo con su cocotero, una que otra danza de Yolanda Moreno, y eso sí, bastantes novelas, culebrones y programas con camiones de carne como colirio. En lo deportivo, dos o tres medallas olímpicas, los atletas muriendo de mengua, la emigración de talentos hacia el extranjero y ser más conocidos por las reinas de belleza, que por grandes atletas a nivel mundial. En lo militar, los soldados a los cuarteles, el miedo a la ropa verde, el fastidio de los desfiles grises, los fusiles contra el pueblo y una amante cualquiera condecorando al alto mando. En lo religioso, el clero en pleno, tomando campaña junto a políticos y generales, mientras se firman cheques en blanco para alienar a la feligresía en las iglesias y asegurar la obediencia cristiana a los designios del poder, no celestial, sino mundano.

En la Venezuela real, el mundo social, político, económico, cultural, deportivo, militar y religioso, se conjugaron en un solo corazón llamado Chávez, y en un solo modelo llamado socialismo, me quedaría pequeño este pedazo de papel para enumerar los logros de la revolución.

(Dedicado a los huelguistas de la OEA)

eliasmar@cantv.net
eliasmartinez02@gmail.com
http://laslineasdeelias.blogspot.com