Los estadounidenses Shed y Christy Traylor fueron detenidos en 2011 en el condado de Brevard, estado de Florida, sospechosos de maltratar y abusar sexualmente de su hijo adoptivo ruso Maxim Babaev. Sin embargo, el Tribunal estadounidense les condenó solo por maltrato a cinco años de libertad condicional para el hombre y un año de libertad condicional para la mujer. Entre tanto, no se presentaron cargos de abuso sexual en su contra y además no se investigaron las circunstancias del crimen.
«He ordenado iniciar procedimientos penales contra los padres estadounidenses (que adoptaron al niño)», declaró este miércoles el presidente de la CIF, Alexánder Bastrykin.
Ante la drámatica situación de algunos niños rusos adoptados por estadounidenses, tema que ha generado gran polémica en la sociedad, las autoridades de Rusia aprobaron una medida que pretende frenar estos casos. En los últimos años en el territorio de EE.UU. han muerto 19 niños rusos adoptados.
Se trata de la ley Dima Yákovlev, que prohíbe a los ciudadanos estadounidenses adoptar niños rusos e impone sanciones contra varios funcionarios estadounidenses. Dicha ley fue aprobada como respuesta legislativa a la Ley Magnitski de EE.UU., que sanciona a funcionarios rusos supuestamente vinculados con la muerte del abogado Serguéi Magnitski.
La ley rusa fue motivada por casos como el de Dima Yákovlev, un niño ruso de dos años que murió en EE.UU. después de que su padre adoptivo lo dejara encerrado en un coche. La justicia estadounidense absolvió a los padres del menor.