«Con respecto a esta cuestión de Malí, defendemos la sumisión de las acciones militares a las decisiones del Consejo de la Seguridad, con atención a la protección de los civiles. (pero) El combate al terrorismo no puede violar los derechos humanos, ni restablecer ninguna tentaciones, incluso las viejas tentaciones coloniales», resaltó Rousseff.
En ese sentido, reiteró su preocupación por el desenvolvimiento de la situación en ese país centro-africano y abogó por la participación de las agencias internacionales, para alcanzar una solución pacífica.
La Dignataria también precisó que fueron los acontecimientos ocurridos durante la intervención militar en Libia los que desbordaron en Malí, debido al acceso a las armas que potencias mundiales ofrecieron a los grupos rebeldes que hoy generan inestabilidad en la nación africana.
Actualmente, más de dos mil 300 tropas militares francesas están desplegadas en Malí, sumados a los miles de soldados de la fuerza de la Unión Africana que fueron enviados, previa aprobación de la ONU.
El Gobierno francés alega que su lucha apunta al combate de presuntos grupos armados. Sin embargo, organizaciones internacionales y agencias de noticias afirman que la guerra francesa tiene como objetivo hacerse con los recursos naturales de este país, especialmente el uranio que abunda en su territorio.
Por otro lado, Rousseff aprovechó la ocasión para referirse al caso de Siria, reafirmando su posición de rechazo a la violencia desatada en ese país árabe y expresando su apoyo al enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi
Adicionalmente, la Presidenta mostró nuevamente su respaldo a la creación de un Estado independiente palestino, así como al reestablecimiento de un diálogo entre Israel y Palestina.
Por último, la Mandataria confirmó su asistencia a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea, que se realizará en Santiago de Chile, en la cual Cuba asumirá la presidencia del bloque regional.