El boom es el onomatopéyico de la explosión, en este caso, de una bomba ya sea de TNT, hidrógeno, uranio o de otro material. La historia de la guerra acumuló experiencias militares de tatús, contra ofensivas sorpresas, captura de generales, destrucción de arsenales o de retirarse para reorganizarse, dialogar (o para irse a vender o, a bailar) como medidas para salirse de la guerra.

Tenemos que reconocer que la naturaleza del imperialismo es aniquilar seres humanos, destruir países, robarse los recursos naturales e introducir las formas más corruptas de vida (prostitución generalizada, irrespeto a la religiosidad de los pueblos, violencia pandilleril, desechos tóxicos y residuos nucleares radioactivos, robo de órganos humanos, entre otros) que acaban con las historias de los países en mención y amenazan la vida de la población civil: Puerto Rico, Libia, Irak, Afganistán, Costa de Marfil, El Cuerno de África, ahora Mali son los duros e inhumanos testimonios de esta naturaleza depredadora imperialista.

Los imperialistas están acumulando no solamente material radioactivo y continúan con las pruebas nucleares, sino que también acumulan deuda, crisis económica y destrucción del planeta.

El boom, es también el gran negocio de la venta de armas: desde balas hasta misiles nucleares, desde chalecos anti balas hasta escudos anti misiles, desde pistolas hasta drones,etc. como se ve, la guerra es otro material de consumo que provocan los imperialistas.

Los imperialistas nos están acostumbrando a vivir en un estado permanente de guerra, en un permanente temor a la agresión o a ser la próxima víctima, a consumir pasivamente la mercancía y la ideología militarista, a ser indiferentes ante tanta barbaridad contra los países progresistas y contra el planeta, nos están acostumbrando a una cultura de sobrevivencia y de crisis.

¿Debe esto seguir así?

SIEMPRE EXISTE UNA MANERA DE SALIRSE DE ESTE BOOM, HAY QUE ENCONTRARLA, SIEMPRE QUE NO SEA PERDIENDO LA DIGNIDAD Y LA SOBERANÍA.

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