Prensa Latina
31 de enero de 2013.- “Forjar un mundo distinto y libre del egoísmo capitalista implica la construcción de una ética sedimentada en la razón y de una subjetividad enraizada en la capacidad de vivir las virtudes como hábitos”, es el criterio del teólogo brasileño Frei Betto.
El intelectual recibió el Premio Internacional José Martí 2013 de la Unesco en el inicio de la III Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo, que se desarrolla en La Habana.

Betto, de 68 años, fue el elegido “en virtud de su obra intelectual y su práctica social en favor de las más nobles causas en el mundo, que coincide con el ideario profundamente humanista y justiciero de José Martí (1853-1895)”.

 

Ayer, en su intervención en la conferencia Betto alertó sobre la existencia de amenazas que atentan con el logro de un mundo equilibrado, como las armas de destrucción masiva, la preponderancia del interés por el capital a nivel internacional y la existencia de medios de comunicación que no intentan formar a ciudadanos informados sino generar consumidores.

Los pueblos de nuestro continente, manifestó Betto, sufridos durante las dictaduras militares en las últimas décadas del siglo pasado y decepcionados por los gobiernos neoliberales, ahora eligen dirigentes que gobiernan a favor de las mayorías, defienden la soberanía y niegan a potencias extranjeras dictar reglas a la región.

En este contexto, el teólogo llamó a hacer consciente que el mundo capitalista se ha tornado imposible, por lo cual es necesario buscar otros mundos posibles en los que se erradiquen los arsenales nucleares y se preserve la especie humana.

Asimismo, exhortó a aprender de los pueblos originarios en aspectos como su relación con la naturaleza y su sentido comunitario para repartir bienes y riquezas.

A la cita asistieron los ex presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010); de República Dominicana, Leonel Fernández (1996-2000/2004-2012) y Guatemala, Álvaro Colom (2008-2012), el titular del Senado de Francia, Jean Pierre Bel, y el Premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel.