El Departamento de Justicia estadounidense está investigando una posible manipulación de las licitaciones y admite que puede tratarse de una red de corrupción. Se investiga a la consejera general, Lisa Gomer, que supuestamente amañó contratos para beneficiar a otro responsable de la agencia, David Ostermeyer, quien iba a retirarse.
Sin embargo, desde la agencia se niega que alguno de sus miembros haya intervenido o intentado obstruir la investigación y se asegura que aprecian el trabajo de la justicia que busca revelar y prevenir “fraudes y abusos”, según el portavoz de la USAID, Kamyl Bazbaz.
La imagen de la USAID ya ha sufrido varios golpes después de verse inmersa en diferentes polémicas en varios países. Así, el pasado mes de septiembre Moscú informó a Washington de que debía cerrar su oficina en Rusia por desarrollar actividades en este país que no se correspondían con las que estaban previstas.
En verano de 2012, los Gobiernos de Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela también pidieron la expulsión inmediata de la agencia de esos países por sospechas de injerencias en la soberanía nacional.
Además, en 2008 la USAID también fue expulsada de una zona central de Bolivia por promover presuntamente un golpe de Estado contra el Gobierno de Evo Morales.