- Lucía Berbeo
El 25 de noviembre es el Día Internacional Contra la Violencia hacia la Mujer, fecha que se conmemora el vil asesinato de las hermanas Mirabal (Patricia, Minerva y María Teresa), tres activistas políticas, perseguidas, encarceladas y brutalmente asesinadas hace 52 años por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana.
Estas mujeres tuvieron la valentía de luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente contra una de las tiranías más férreas que ha tenido Latinoamérica, es por ello que durante el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Colombia en 1981, se estableció que esta fecha fueran recordadas estas mujeres como símbolo de lucha y resistencia.
Luego de tantos años de esos hechos, hoy en día el tema de la violencia de género es visto como un flagelo, pues de acuerdo a ONU Mujer, la problemática es una pandemia en la cual 60 millones de niñas son obligadas a contraer matrimonio, 140 millones entre jovencitas y mujeres sufren mutilaciones genitales y 600 mil son traficadas cada año, la gran mayoría con fines de explotación sexual.
Asimismo, de acuerdo a estadísticas entre el 45% al 60% de los homicidios contra las mujeres que se realizan dentro de sus hogares, la mayoría los cometen sus cónyuges. Además es la principal causa de muerte para las féminas entre 15 a 44 años de edad, ubicándose por encima del cáncer y los accidentes de tránsito.
Es por ello, que la directora de ese organismo, Michelle Bachelet, manifestó que aunque la igualdad entre mujeres y hombres está garantizada en las constituciones de 139 países con frecuencia se les niega a ellas el acceso expedito a la justicia y a la protección contra los abusos.
Indicó la ex mandataria chilena, que esto no se origina por desconocimiento, sino por una falta de inversión, de voluntad política de respetar las necesidades de las mujeres y de proteger sus derechos fundamentales.
Se calcula que cada año hasta dos millones de personas, muchas de las cuales proceden de los más de 150 países que constituyen el sur global, son objetivos de comercio para la prostitución, los trabajos forzados, la esclavitud o la servidumbre. Al poner en peligro la seguridad, libertad y autonomía de las mujeres y niñas, la violencia de género vulnera sus derechos e impide su participación plena en la sociedad y el desarrollo de su potencial como seres humanos.
La Revolución en materia de género
En Venezuela a través del presidente de la República, Hugo Chávez, se ha venido ejecutando una política de erradicación de la discriminación y la violencia contra las mujeres, la cual está orientada a proteger y fortalecer sus derechos humanos. Además implementó el desarrollo integral con la creación de instituciones, programas e instrumentos legales destinados a sancionar, aniquilar la violencia y exclusión de las féminas en todos los ámbitos.
El avance más emblemático se dio con la Constitución de 1999, la cual marcó el inicio de una nueva era para la Nación, pues por primera vez se visibilizó a las mujeres, dándole una visión de género y un lenguaje no sexista, convirtiéndose en un punto de referencia para el resto de las naciones del continente. Bajo los lineamientos del Comandante Hugo Chávez, Venezuela viene rompiendo el paradigma del patriarcado como en ninguna parte del mundo con la participación de las mujeres en todas las instancias de poder, particularmente en las organizaciones de base; ya que una sociedad socialista sólo será posible cuando se logre la liberación de las mujeres.
Otro de los logros es la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual ha contribuido a que el sistema de justicia pueda contar con un instrumento legal para realizar acciones coercitivas eficaces y eficientes que sancionen a los responsables de la violencia de género.
Además a través de los organismos y entes del Estado como el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, así como el Instituto Nacional de la Mujer, se ha venido creando conciencia en todos los sectores del país sobre el grave problema que constituye para la sociedad venezolana que se vulneren los derechos de la población femenina.
Gracias a las políticas inclusivas implementadas por el Gobierno Revolucionario, Venezuela avanza en materia de género y se consolida cada vez más como una nación participativa y protagónica, siendo uno de los países más reconocidos a nivel internacional, pues las mujeres son las protagonistas de este socialismo.
Finalmente, hoy a más de una década del Proceso Bolivariana, no hay duda que las luchas históricas de las mujeres se han convertido en logros concretos que seguro las conducirán a la consolidación de una sociedad justa y amante de la paz. Aunque aún falta camino por recorrer para erradicar el flagelo de la violencia debemos estar convencidos que se debe seguir trabajando, transversalizar la perspectiva de género en toda la sociedad, divulgar los derechos, seguir en la consolidación de la igualdad, la participación y el respeto para que sean enaltecidas, reivindicadas y empoderadas en esta democracia participativa y protagónica liderizada por el comandante Hugo Chávez.
- Lucía Berbeo es periodista, analista político en Venezuela y colaboradora para este medio de información.-
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