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1º Nov. 2012 – Según el analista internacional Antonio Romea, la construcción de esta nueva vía interoceánica en Nicaragua influiría significativamente en la correlación de los poderes económicos en esa región.

«El hecho crearía una nueva vía de comunicaciones trasatlánticas y beneficiaría a una serie de países, tales como China, Rusia, Irán, Brasil, Japón, Corea del Sur y perjudicaría a EE.UU. que hasta ahora tenía el monopolio de tráfico marítimo en la región», apunta el experto.

De acuerdo a Romea, Costa Rica se sigue oponiendo al proyecto por dos razones. En primer lugar, destaca, «la posición del Gobierno es muy pro estadounidense, es su aliado». Por otro lado, apunta, «no hay que subestimar el sentimiento de la población, de los periodistas nicaragüenses, que están en contra por considerar que puede dañar al medioambiente, mientras que el turismo medioambiental es el gran foco de ingresos de la economía de Costa Rica».