Kaos. Internacional
Las elecciones presidenciales en el paradigma del capitalismo ejemplifican la farsa de la democracia burguesa, en realidad una dictadura del capital en que las grandes empresas como Goldman Sachs, Microsoft o magnates como Adelson financian a los gestores gubernamentales de sus intereses.

Goldman Sachs y Microsoft aportaron casi un millón de dólares a las campañas de Romney y Obama

El mayor donante de la causa republicana Sheldon Adelson, el magnate de los casinos que ha dedicado 53 millones a torpedear la reelección del aún presidente

Sheldon Adelson, el multimillonario que convertirá la localidad madrileña de Alcorcón en el centro europeo de los juegos de azar -pese a no haber revelado aún con qué dinero-, ha aportado oficialmente a la campaña electoral de Mitt Romney la módica cifra de 10 millones de dólares. Su mujer, Miriam, ha puesto otros 10 millones para facilitar la victoria del candidato republicano. Eso, de manera oficial, porque tal y como publicó el pasado verano el portal Politico, Adelson habría seguido apostando republicano con donaciones a través de los Super PAC (Comités de Acción Política) y organizaciones sin ánimo de lucro (nonprofits) que no están obligadas a publicar la identidad de las personas que aportan dinero. Según Opensecrets.org, el magnate y su familia se han gastado 53 millones de dólares desde que comenzara la batalla por las primarias de los conservadores financiando a varios candidatos.

Esa pila de millones para tratar de echar a Barack Obama de la Casa Blanca no es nada para un personaje cuya fortuna personal ronda los 25.000 millones de dólares pero sí es un indicativo muy grande de qué sectores de EEUU están a favor de la elección del que sería el primer presidente mormón en la historia del país.

Hasta el pasado miércoles, los candidatos habían conseguido recaudar en total 1.815 millones de dólares, lo que supone ya un nuevo récord de gasto en una campaña electoral. Obama estaba a la cabeza con 934 millones de dólares, 637 de los cuales los habría juntado él mismo en los diferentes actos de campaña, cenas con famosos y eventos de postín. Por su parte, Romney, que ha manejado 881,8 millones, reunió por sí mismo 388 millones de dólares. El mayor apoyo, con diferencia, le llegó a través de los Super PAC.

La principal organización de apoyo al Partido Republicano, Restore our Future, proporcionó 131 millones a la campaña de Romney (ahí están incluidos los 20 millones de Miriam y Sheldon Adelson). La mayor parte del dinero se dedicó a hacer campañas de publicidad en contra de sus rivales en la lucha por el liderazgo de los conservadores, Newt Gingrich y Rick Santorum. Le sigue de cerca American Crossroads, el Super PAC creado por Karl Rove -considerado el cerebro en la sombra del expresidente George Bush- cuya aportación ha sobrepasado los 90 millones de dólares.

En cuanto a Obama, el Super PAC Priorities USA Action le ha proporcionado 63 millones de dólares. Fue fundado en 2011 por los exconsejeros de la Casa Blanca, Bill Burton y Sean Sweeny, para intentar contrarrestar el poderío recaudatorio de los republicanos. Como se ha demostrado en estas elecciones, el intento ha sido en vano ya que su contribución ha sido menos de la mitad del principal Super PAC de apoyo a Romney.