La SIP designó hace unos días a “representantes” por país de su “Comisión de Libertad de Prensa e Información”, su mecanismo de propaganda por el cual difama a los países progresistas y promociona la orientación claramente pro-norteamericana del conjunto de sus miembros. Su director es Claudio Paolillo, del semanario uruguayo de derecha Búsqueda.
“Nieta” del “Coronel de las Orejas Peludas”
La SIP fue fundada en La Habana en 1943 con objetivos legítimos de representación de periodistas y de órganos de prensa. Sin embargo, los servicios norteamericanos de inteligencia pronto se encargaron del secuestro de la organización y de su conversión en instrumento del poder imperial.
En la reunión de la SIP que se desarrolla en Quito, Ecuador, en 1949, tres personajes representan a Estados Unidos. Dos son altos oficiales de los servicios norteamericanos de inteligencia: Jules Dubois y Joshua Powers. El tercero, Tom Wallace, es alto funcionario del Departamento de Estado.
Dubois es el único que puede pretender al título de periodista. Este auténtico Coronel de la inteligencia militar norteamericana — así lo describe una nota biográfica publicada después de su muerte — se metamorfosea en los años 40 en reportero del entonces influyente Chicago Tribune.
Anticomunista furibundo, pronto toma el control de lo que rapidamente se convertirá en cámara de comercio para magnates de la industria de la información.
A partir de 1951 hasta su muerte, Dubois presidirá la Comisión de Libertad de Prensa e Información, calificada de «espina dorsal» de la SIP por el papel de dirección ideológica que realizó y sigue realizando en toda la prensa comercial del continente.
Tan grande fue el control de Dubois, el “Coronel de las Orejas Peludas”, sobre los mecanismos de desinformación de la SIP que la organización mafiosa terminará dando su nombre a su sede central que ubicó en Miami.
Golpistas de Caracas a Tegucigalpa
En el curso de los años, la asociación de magnates intervino en la UNESCO, para defender el control de la información por la empresa privada y participó en la propaganda sucia contra el gobierno democrático de Salvador Allende.
Proclamándose defensora de la libertad de expresión, la SIP avaló en abril de 2002, el golpe de Estado contra el gobierno legítimo de Venezuela y no se pronunció sobre el black-out informativo que impusieron sus miembros en apoyo a los militares golpistas.
El propietario de los diarios hondureños El Heraldo y La Prensa, Jorge Canahuati Larach eminente miembro de la SIP no solo apoyó activamente el complot de los militares golpistas de su país contra el Gobierno de Manuel Zelaya sino que pago la campaña de relaciones publicas en Estados Unidos, dirigida por Roger Noriega, destinada a legitimar al gobierno golpista.
En una asamblea general de la SIP, Canahuati describió a la prensa de Honduras, donde la policía y el ejército golpeaban y mataban a manifestantes, como victima de una serie de “ataques” de los “dos bandos en conflicto, particularmente, de los seguidores de Zelaya”.
Mientras apoyaba el golpe de Tegucigalpa, la SIP acusaba públicamente el presidente boliviano Evo Morales por “mantener inalterables sus ataques” a los medios de comunicación de su país; el presidente venezolano Hugo Chávez fue acusado de “amenazar a la prensa”; y al mandatario ecuatoriano Rafael Correa, de ser responsable de “la situación de la prensa cada vez más preocupante” en su país.
Cuando pretende representar a “más de 1.300 publicaciones de las Américas”, según su material de propaganda, la SIP ni logra congregar más de 100 de sus afiliados en sus muy publicitadas reuniones.
El destacado investigador chileno Ernesto Carmona destacó como los textos de Yoani Sánchez en la red se encuentren publicados en un servidor está alojado en Alemania y es “atendido por los servidores de la compañía Cronos AR Regensburg, sucursal germana de la empresa Strato”, una empresa que “no presta servicios a usuarios comunes, como –por ejemplo– a blogueros”.
Sánchez residió en Suiza y Alemania antes de regresar a Cuba para crear su blog y difamar a la Isla, señala Carmona. Se supo más tarde que estuvo en contacto con por lo menos un individuo que reapareció luego de diplomático en Cuba y que la atendió.
“El registro del dominio del blog lo mantiene la empresa Godaddy, que es una de las compañías contratistas que utiliza el Pentágono en la cyber-guerra propagandística de estos tiempos. Así, Yoani Sánchez tiene acceso preferencial a las tecnologías norteamericanas que el bloqueo prohíbe para Cuba,” subrayó el especialista.
Vendepatria patentada, Sánchez – activamente promocionada por ciertas agencias de prensa internacionales – se hizo rica con premios internacionales generados por el Departamento de Estado que totalizan cientos de miles de euros.
Por disposición del Departamento de Estado, detiene la sola cuenta PayPal existente en Cuba, la firma norteamericana boicoteando a la Isla. Sánchez constantemente pide “donaciones” supuestamente destinadas a la “disidencia”. Observadores valoran su fortuna personal, depositada en el extranjero, a un mínimo de medio millón de euros.
Autentica negociante de la desinformación pro-norteamericana, tal como diseñado desde el Departamento de Estado, a Sánchez le tocaba representar a la SIP, organización ultraderechista que se dedica permanentemente a atacar, calumniar y difamar a su país según los planes que elaboran en Virginia los cabezones de la guerra psicológica contra la América Latina libre y soberana.