
«La decisión siempre ha sido actuar dentro del marco de la justicia y no como pretenden los socios locales de los fondos buitres transformar las agresiones de dichos buitres en pleitos entre naciones», dijo el canciller argentino Héctor Timerman.
El pasado primero de octubre, la fragata Libertad entra al puerto Temas, invitada por el gobierno de Ghana. Ese mismo día se realiza una ceremonia protocolar en la que participó la diplomacia argentina.
Al día siguiente, un funcionario del poder judicial se presentó con una orden de detención del buque de guerra, firmada por el juez comercial de primera instancia de Accra.
«La medida cautelar fue solicitada por los representantes en Ghana del fondo buitre MNL Capital Limited, con sede en la guarida fiscal de las Islas Caimán, titular de bonos de la deuda argentina emitida en 1994, aunque comprados más tarde a precio vil en situación de cesación de pagos», detalló Tirmerman.
En los últimos días, el capitán y los 44 tripulantes de la fragata fueron víctimas de agresiones y «violaciones a normas elementales del derecho internacional», recordó el ministro Puricelli, como el corte del suministro de agua y luz por parte de las autoridades portuarias ghanesas.
Además de la «evidente violación a los derechos humanos esenciales (…) se realizaron aprestos de abordaje al buque en flagrante agresión de nuestra soberanía», precisó Puricelli.