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2 de noviembre de 2012.- El nivel de desigualdad entre los ricos y pobres a escala mundial ha llegado a su máximo nivel en 20 años y sigue aumentando, lo que conlleva el crecimiento de la brecha entre sus posibilidades de dar a luz y criar a sus hijos.
Según un informe publicado por Save the Children, organización que promueve los derechos de los niños, desde los años noventa del siglo pasado en los 32 países más desarrollados del mundo las capas ricas de la población han aumentado la brecha que hay entre ellos y los más desfavorecidos.
Además, en el 20% de estos países las ganancias de los pobres han bajado considerablemente durante este periodo, lo que afecta, sobre todo, a las condiciones en que crecen los menores.
Sin embargo, en términos mundiales la organización reconoce que ha habido cierto progreso en algunas áreas relacionadas con el bienestar de los niños, como, por ejemplo, en la mortalidad infantil. La desigualdad social se hace más manifiesta, cuando se trata de la vida de los niños de diferentes sectores económicos.
El informe de Save the Children, que precede a una reunión de la ONU sobre la pobreza, invita a enfrentarse a la desigualdad social, porque obstaculiza en gran medida el progreso.